La corte paquistaní, a la espera de la decisión sobre la inmunidad del supuesto espía Davis

Islamabad.- La corte que lleva el caso del asesinato de dos paquistaníes a manos de un norteamericano supuestamente relacionado con el espionaje de EEUU pospuso hoy las audiencias al próximo día 8, a la espera de una decisión sobre si tiene inmunidad diplomática.

Durante la próxima vista, se espera que la defensa de Raymond Davis exponga argumentos para convencer al juez de que el estadounidense actuó en "defensa propia" el día 27 de enero, cuando disparó contra dos motoristas, informó a Efe un abogado del Tribunal Superior de Lahore (este), Mohamed Nisar Safdar.

Esta corte sigue adelante con las audiencias sobre el caso en la prisión de Kol Lakhpat, pero la decisión clave recae sobre una instancia superior, el Tribunal Superior de Lahore, que lleva un proceso paralelo y el día 14 debe dictaminar si Davis tiene inmunidad diplomática o no, tal y como reclama EEUU.

Una fuente del ISI aseguró hace una semana a Efe que Davis es un "contratista" que participaba en "operaciones encubiertas" norteamericanas, en particular dirigidas a grupos insurgentes.

EEUU se ha limitado a definirlo como un "diplomático" que pertenece al "personal técnico y administrativo de la embajada" y ha insistido en exigir su liberación.

El abogado consultado por Efe deslizó que en los círculos legales se tiene la sospecha de que ambos tribunales están dilatando el caso, que se espera que se resuelva finalmente a favor de Davis.

El Ministerio paquistaní de Exteriores, que en la actualidad no tiene titular, debe emitir un certificado y aportar información sobre si Davis tiene una inmunidad diplomática o no, a partir de lo cual el Tribunal Superior de Lahore tomará una decisión.

Según Safdar, la corte aún no ha recibido ninguna comunicación del Gobierno al respecto.

El confuso episodio ha dañado las relaciones entre los servicios secretos de EEUU (CIA) y de Pakistán (ISI), cuya colaboración es clave en la guerra contra el terrorismo, y ha dejado al débil Gobierno en una posición difícil, atrapado entre las exigencias de EEUU y la presión popular paquistaní.