La cosmética se quita el petróleo de encima

  • La empresa Amapola crea desde 2004 productos de belleza naturales, sin crudo ni derivados químicos.
La cosmética se quita el petróleo de encima
La cosmética se quita el petróleo de encima
lainformacion.com
Sara Acosta

Extenderse por el cuerpo una crema de la industria cosmética convencional significa absorber petróleo y toda una retahíla de componentes químicos no siempre saludables. La piel absorbe casi el 40% de todo aquello que entra en contacto con ella, de ahí la importancia de saber qué ingredientes contiene cualquier producto de belleza destinado a ella.

Los consumidores franceses y alemanes lo tienen en cuenta desde hace al menos una década. Ambos países lideran la naciente industria de la cosmética bio, esto es, fabricada casi en su totalidad a base de plantas y componentes vegetales.

Los consumidores españoles, sin embargo, apenas despiertan a esta industria alternativa a las grandes firmas de cosmética convencional.

Casi todo está por hacer, en primer lugar, aportar información sobre los efectos que tienen los componentes petroquímicos en la salud. "Cada vez más personas se preocupan por lo que se ponen en la piel, que se acumula en el organismo", explica Ana Isabel de Andrés, farmacéutica y cosmetóloga que en 2004 decidió lanzarse por libre y creó Amapola, taller y tienda de cosméticos naturales de creación propia.

Las cremas, aceites y emulsiones que salen de su taller contienen al menos 90% de componentes vegetales. Lavanda, almendras dulces, rosa mosqueta, manzanilla, e incluso cera y propóleo de abejas.

De Andrés dejó el laboratorio farmacéutico en el que creaba emulsiones para la industria convencional, para crear las suyas, más ligadas a la filosofía ecológica y a la luz que los estudios que se van publicando sobre los efectos perjudiciales del petróleo sobre la piel.

"Es una cuestión de eficacia y de seguridad, porque a la larga, los derivados del petróleo provocan reacciones en la piel", añade. E incluso afecciones más graves, como cáncer de vejiga, disfunciones hormonales, disfunciones en el crecimiento infantil. "Si hay alternativa, ¿por qué arriesgarse a utilizar componentes peligrosos?".

La alquimia de Amapola nace del laboratorio que la empresa tiene en Segovia. En esta ciudad se instaló la primera tienda, y desde hace dos años funciona otro taller-tienda en Barcelona. "En Cataluña la gente está más concienciada. Casi todos los productores están localizados allí", explica de Andrés. Su apuesta le ha valido el premio a la mejor tienda 'Bio' que el Salón de Biocultura celebra esta semana en Barcelona, una cita para los seguidores de la alternativa ecológica que celebra cada dos años y que crece a buen ritmo en expositores y visitantes.

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