La emblemática Sniace, a un paso de su cierre definitivo

  • Una de las más emblemáticas empresas cántabras ha dado hoy un paso importante hacia su posible cierre, tras rechazar la plantilla -533 trabajadores- la última propuesta de la dirección, que propone "salvar" la factoría química despidiendo a la mitad de los operarios y reduciendo los salarios.

Javier G. Paradelo

Torrelavega (Cantabria), 24 sep.- Una de las más emblemáticas empresas cántabras ha dado hoy un paso importante hacia su posible cierre, tras rechazar la plantilla -533 trabajadores- la última propuesta de la dirección, que propone "salvar" la factoría química despidiendo a la mitad de los operarios y reduciendo los salarios.

Es el último capítulo de diez meses de conflicto laboral a raíz de la entrada en vigor de la nueva fiscalidad energética y un episodio que se produce 20 años después de la anterior crisis laboral que estuvo a punto de llevarse por delante una factoría inaugurada hacia 1945, que llegó a generar más de 3.500 empleos.

Aquella Sociedad Nacional de Industrias Aplicaciones Celulosa Española (Sniace) ha iniciado hoy el proceso para comunicar por burofax los despidos de 515 de sus 533 trabajadores, tras concluir sin acuerdo maratonianas reuniones con el comité, algunas de 10 horas, y al no aceptar más de 200 rescisiones de contratos.

Atrás quedan también las veintiséis manifestaciones consecutivas por las calles de Torrelavega, secundadas por miles de ciudadanos junto a los trabajadores, para reclamar una solución a la crisis laboral, que se ha ido enredando hasta llevar a la empresa a un concurso de acreedores y a estar a las puertas de su disolución.

La mediación del Gobierno regional entre dirección y comité no ha logrado aclarar el panorama de una empresa "icono" de la industria de la comarca del Besaya, de cuya actividad dependen decenas de empleos indirectos y también el sector comercial de la segunda ciudad de Cantabria.

Tras la asamblea y la votación de esta mañana, unos 250 trabajadores que permanecían encerrados en el interior de la fabrica desde media tarde del domingo recogían sus petates y sus tiendas de campaña, para salir gritando de la fábrica "Unidad obrera" y, según sus palabras, "con la dignidad intacta".

Minutos antes, el secretario del comité de empresa, Antonio Pérez Portilla, anunciaba nuevas movilizaciones, ya que los trabajadores siguen "sin perder la esperanza de que la situación se reconduzca", aunque el camino que queda por recorrer es "largo y complicado".

Recordaba que el comité está dispuesto a hablar con la dirección "de todo, menos de los despidos", pues a su juicio la empresa ha generado una situación "absurda y diabólica": que la plantilla acepte el despido de la mitad de sus compañeros como única solución al problema económico de la factoría.

Todo queda pendiente ahora de la posible mediación del presidente regional, Ignacio Diego, para intentar que la dirección de Sniace flexibilice, y quiera asistir a un encuentro tripartito con el comité para intentar un último esfuerzo antes del "cerrojazo" definitivo a casi 70 años de actividad fabril en Torrelavega.

Y la medición se confirmaba en una llamada de teléfono de Diego al secretario del comité mientas éste explicaba a la asamblea de trabajadores cómo estaba la situación.

Y allí, frente a las cámaras de televisión, Pérez Portilla pedía a Diego su mediación en el conflicto, a lo que el presidente regional respondía con el compromiso de ponerse en contacto con el coordinador del equipo de dirección, Miguel Gómez de Liaño, para gestionar la convocatoria del encuentro.

El presidente de Sniace, Blas Mezquita, se encuentra desde agosto de baja por enfermedad tras sufrir un infarto mientras estaba de vacaciones en Ibiza.

A los periodistas, tras esa llamada, el presidente cántabro les aseguraba que hará "cuanto sea posible" para que se reconduzca la situación, que reconoce que es "muy preocupante".

Las espadas de la continuidad de Sniace están en todo lo alto, pero cada vez hay menos oportunidades. EFECOM

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