La energía eólica pone en duda el renacer nuclear

  • La sobreproducción de energía eléctrica que registra España gracias al viento pone en duda la necesidad de incrementar la apuesta mundial por la nuclear.
¿Qué diferencia a Fukushima de Chernóbil?
¿Qué diferencia a Fukushima de Chernóbil?
Sara Acosta

Es sin duda más estable y presenta mayor aprovechamiento energético. Cuando no hay viento, las nucleares tiran en España de la red para suministrar energía, un bien inmaterial que por el momento no puede almacenarse.

Pero la inversión ingente que se ha hecho en este país en energía alternativa muestra, según los expertos, que España podría apagar parte de sus centrales y los españoles ni se enterarían de que el viento, y no el átomo, está detrás de que puedan disfrutar de aire acondicionado en verano.

"Seguramente podríamos apagar la mitad de las centrales, pero la electricidad sería más cara", explica Antonio Teruel, investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La guerra entre nuclear y eólica, aunque tengan los mismos dueños, es en realidad la que marca el debate entre elegir una u otra.

En el fondo, debería darse un verdadero mix energético, apuntan los científicos, pero la nuclear ya no es imprescindible como antaño, cuando España abrazó la energía atómica al grito de "nuclear sí, por supuesto", orgullosa del progreso que suponía.

Francia podría ser el ejemplo de que la nuclear puede que ya no sea la respuesta para la independencia energética y el abaratamiento de la electricidad. Resulta paradójico que este país haya pasado de exportar a importar energía eléctrica. El país más armado de reactores en Europa (cuenta 56) empieza a tener problemas para abastecerse de uranio, un problema "que va a tender a agrandarse en el futuro", añade Teruel.

Un tercio del consumo mundial proviene de uranio almacenado. Las reservas más importantes están en Estados Unidos y Rusia. Ahora, la antigua Unión Soviética, que quiere armarse de nuclear civil, rechaza seguir cediendo uranio a Estados Unidos en virtud de un acuerdo que obliga a este país a proporcionar uranio almacenado en antiguos misiles.

Esa batalla dificultará la circulación de este componente imprescindible para armar un reactor nuclear. El resto del uranio procede de minas, "cuya producción no basta para abastecer la creciente demanda", explica Teruel.

En Alemania, el accidente de Fukushima empujó a la canciller Angela Merkel a ampliar la moratoria de cierre de varias centrales, y la catástrofe atómica ha acentuado el vigor de la apuesta por las renovables, en concreto la eólica.

Munich se comprometió hace cuatro años a alcanzar el 100% de suministro eléctrico con energía renovable en el año 2025. Sería la primera ciudad de más de un millón de habitantes en conseguirlo. Ahora, el accidente nipón podría acelerar estos planes.

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