Bruselas, 5 oct.- La eurozona descarta que los jefes de Estado y de Gobierno decidan en la cumbre de los días 18 y 19 de octubre sobre el desembolso del siguiente tramo de ayuda a Grecia ni tampoco sobre el futuro y la viabilidad del segundo rescate, dijeron hoy fuentes de la zona del euro.
"Estoy extremadamente confiado en que no habrá ninguna decisión en la cumbre" europea, señalaron las fuentes.
Explicaron también que en primer lugar la troika (formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) debe alcanzar un acuerdo sobre las medidas propuestas por Grecia y posibles cambios al programa, después debe haber uno con la coalición del Gobierno heleno y por último debe decidir el Eurogrupo si aprueba el plan.
En la reunión informal de los ministros de Finanzas en Nicosia, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ya señaló que no habrá ninguna decisión política sobre la ayuda a Grecia antes de la segunda mitad de octubre, lo que abrió la posibilidad de que en la cumbre europea se analice la situación de ese país.
La fecha de la cumbre "es demasiado precipitada", señalaron las fuentes, que señalaron que el informe de la troika aún no está terminado y este tipo de decisiones deben ser preparadas cuidadosamente.
Una vez haya un acuerdo entre Grecia y la troika, la decisión pasa al Grupo de Trabajo del Euro y después al Eurogrupo, que analizará no solamente las medidas consensuadas sino también la cuestión de la sostenibilidad de la deuda y el objetivo fijado para la misma.
No obstante, en la reunión del Eurogrupo que se celebrará el 8 de octubre en Luxemburgo, los ministros de Finanzas escucharán una primera valoración de las impresiones de la troika de parte del vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, del presidente del BCE, Mario Draghi, y de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
Las fuentes descartaron "conflictos" dentro de la troika, como ha sido publicado por algunos medios de comunicación, sobre las medidas propuestas por Grecia, y consideraron normal que en un grupo de economistas haya "diferentes apreciaciones".
Desde julio, la troika negocia con Atenas un nuevo plan de austeridad, que debería ser presentado en las próximas semanas, a cambio del cual los socios europeos otorgarían un nuevo tramo de ayuda financiera, de 31.500 millones de euros.
En esas conversaciones, el Gobierno griego ha pedido que los 10.500 millones de recortes y los 3.000 millones de ingresos por recaudación fiscal de ese recorte, se apliquen escalonadamente hasta 2016, para amortiguar los efectos más nocivos de los recortes sociales, que se cebarán en las pensiones, los salarios públicos y el gasto social.
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