La Fiscalía se opone a que etarra enfermo de cáncer salga de la cárcel

  • La Fiscalía de la Audiencia Nacional de España se opuso hoy a que el preso etarra enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga obtenga la libertad condicional y consideró que el terrorista no verá acortada su esperanza de vida aunque reciba su tratamiento en prisión.

Madrid, 27 ago.- La Fiscalía de la Audiencia Nacional de España se opuso hoy a que el preso etarra enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga obtenga la libertad condicional y consideró que el terrorista no verá acortada su esperanza de vida aunque reciba su tratamiento en prisión.

Así lo expuso el fiscal Pedro Rubira de la Audiencia Nacional en un escrito dirigido al juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, tras analizar el informe forense de ese tribunal encargado de delitos de terrorismo.

El etarra cumple condena de 32 años de cárcel por el secuestro en enero de 1996 del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, a quien ETA mantuvo encerrado durante 532 días en un minúsculo escondite bajo el suelo de una nave industrial.

El informe de la Fiscalía difundido este lunes concluye que Uribetxebarria no se encuentra en fase terminal del cáncer que sufre y puede ser tratado en la prisión de Zaballa (norte de España), donde estaba preso.

Castro debe ahora decidir si concede la libertad condicional a Uribetxebarria y para ello contará con el informe desfavorable de la Fiscalía y este último examen médico de la Audiencia Nacional.

En una rueda de prensa, el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, no quiso comentar hoy la oposición de la Fiscalía a la libertad condicional para Uribetxebarria, pero insistió en que la "última palabra" sobre la excarcelación del etarra "está en manos" del juez Castro.

Según el escrito del fiscal, los informes médicos que obran en el expediente no han constatado que "la estancia carcelaria (o en un centro hospitalario penitenciario) sea factor determinante de una disminución de las expectativas de vida".

El etarra, agrega Rubira, no cumple "los requisitos exigidos por la legislación vigente" para excarcelarlo, ello "sin perjuicio de señalar que la situación de tercer grado permite de forma flexible la aplicación de los remedios terapéuticos" que su enfermedad reclama "para un adecuado tratamiento".

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias concedió el pasado 17 de agosto el tercer grado al preso por su enfermedad.

La decisión fue adoptada después de que la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa informara favorablemente sobre la procedencia de clasificar en tercer grado al etarra, actualmente ingresado en el Hospital Donostia de San Sebastián.

El tercer grado permite a Uribetxebarria solicitar el acceso a la libertad condicional, decisión que depende en última instancia del juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional.

En su escrito dirigido a Castro, el fiscal Rubira argumenta en que todos los informes médicos aportados -el de los servicios médicos de la prisión de Zaballa, el del Hospital Donostia y el de la forense de la Audiencia- descartan que se encuentre en estado terminal.

"El penado carece en el momento actual de sintomatología que permita incluirlo en una situación claramente terminal, por lo que no se encuentra en el último periodo de su vida, no ha sido sometido a ningún tratamiento terapéutico de radioterapia o quimioterapia", sostiene.

Si fuera preciso administrarle este tratamiento, agrega Rubira, podrá realizarse en un hospital.

Uribetxebarria había pedido su excarcelación por ese cáncer que padece y, tras ser trasladado de la prisión de León (noroeste) donde cumplía condena a la de Zaballa, en el País Vasco y más cerca de su familia, fue sometido a pruebas médicas para comprobar su estado.

Más de un centenar de presos de ETA se declararon en huelga de hambre para apoyar la excarcelación de Uribetxebarria, aunque la fueron abandonando cuando le fue concedido el tercer grado.

ETA declaró el pasado 20 de octubre el "cese definitivo de su actividad armada", tras casi cinco décadas en las que asesinó a más de 850 personas. En la actualidad, tiene unos 550 presos en cárceles españolas.

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