Raúl Sánchez Costa
Bucarest, 5 dic.- En medio de la incertidumbre económica en Europa, los sondeos prevén que Rumanía confirmará el próximo domingo en las urnas a su actual gobierno de centroizquierda, que llegó al poder con una moción de censura y un claro rechazo a las políticas de austeridad.
Tras cuatro años de draconianas medidas de austeridad impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país balcánico, el segundo más pobre del continente, comenzó a esquivar el colapso económico a finales de 2011 después de haber registrado el mejor año agrícola del último lustro.
Pese a la inestabilidad política por la ardua cohabitación entre el primer ministro, el socialdemócrata Victor Ponta, y el presidente, el conservador Traian Basescu, los sondeos conceden un margen entre el 48 % y 62 % en la intención de voto a la coalición Unión Social Demócrata (USL), formada por el Partido Socialdemócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL).
El hartazgo de las políticas de austeridad aplicadas por el centro derecha por parte de una población con bajos salarios y pensiones irrisorias ha aupado al centroizquierda al primer puesto de las preferencias de los votantes.
La presumible victoria de USL explica las numerosas salidas de tono de Basescu para contrarrestar el entusiasmo de la centroizquierda, que ya empezó a repartirse las funciones en el nuevo Gobierno.
El presidente rumano es el encargado de designar al primer ministro para los próximos cuatro años, y Basescu ha reiterado que se decantará por una persona que disfrute de mayoría absoluta y sea un hombre fuerte dentro de su partido.
El presidente ha llegado a calificar a Ponta de ser un "gatito" cuando se presenta en su despacho y "un hombre pequeño".
"Basescu se comporta como -Nicolae- Ceausescu, desesperado y en contra de todo el mundo", reaccionó Ponta.
Los social-liberales, que anunciaron que Ponta es su único candidato, amenazaron que procederán a un tercer intento de suspensión del presidente si éste rehúsa designar a su líder como jefe del Gabinete.
La previsible cohabitación entre ambos dignatarios vaticina una complicada convivencia política como se demostró este verano cuando los social-liberales pretendieron destituir al presidente, lo que provocó el enfado de las autoridades de la Unión Europea (UE) y de Estados Unidos.
La Alianza Rumanía de Derecha (ARD), que aúna al Partido Demócrata Liberal (PDL) y a la Fuerza Cívica (FC) de Mihai Razvan, se encontraría en un intervalo de voto de entre el 16 % y 23 %.
La centroderecha pagará las políticas de austeridad como la reducción del 25 % del salario de los funcionarios y la subida de los impuestos del 19 % al 24 %, pero también sufre la corrupción de algunos de sus miembros.
El Partido Popular-Dan Diaconuescu del excéntrico periodista de televisión que da el mismo nombre a su formación se sitúa en la tercera posición con un 14 %, por lo que podría tener la clave de la formación del Gobierno en caso de que USL no logre la mayoría.
Una vez más, la lacra de la corrupción apareció en escena en la campaña electoral por los numerosos casos que azotan a los principales partidos, por lo que algunos partidos pequeños se la ingeniaron para llamar la atención con lemas como "Yo robo menos que los otros".
El Instituto de políticas Públicas informó que al menos diez parlamentarios que son investigados por corrupción se presentarán a las elecciones y que incluso hasta 22 de ellos han sido declarados culpables por conflicto de intereses.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios