La jueza levanta el secreto de sumario del crimen del alcalde de Polop

Villajoyosa (Alicante).- La titular del juzgado de instrucción número 2 de Villajoyosa (Alicante) ha levantado hoy el secreto de las actuaciones en torno al asesinato a tiros del alcalde de Polop de la Marina Alejandro Ponsoda, lo que permitirá a las defensas de los siete detenidos acceder al contenido del sumario.

Entre los arrestados, todos en prisión provisional comunicada y sin fianza, está Juan Cano, primer teniente de alcalde de Polop en el momento del homicidio y mano derecha de Ponsoda, y que le sucedió en el cargo durante dos años.

Concretamente, Cano ocupó la alcaldía entre octubre de 2007 y el 26 de noviembre de 2009, cuando fue detenido en calidad de imputado en un crimen en el que, desde un primer momento, uno de los principales móviles era el urbanístico.

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha informado hoy de que la jueza ha emitido un auto en el que acuerda el traslado a las partes del contenido íntegro del sumario, muy voluminoso y que ocupa varios tomos.

A partir de ahora, las defensas de los siete imputados podrán estudiar la investigación policial y, en su caso, solicitar la práctica de nuevas diligencias a beneficio de sus clientes.

La decisión de la jueza ha sido comunicada hoy a los letrados, de quienes se espera que recojan las copias de los sumarios en las próximas horas.

Junto a Cano, que semanas después de ingresar en prisión renunció a su condición de alcalde aunque conserva el acta de concejal, hay otros seis imputados encarcelados tras declarar ante la jueza.

Se trata de dos responsables de un club de alterne, un industrial de Polop, un hombre con antecedentes por drogas y tenencia de armas y dos ciudadanos checos, algunos de ellos como supuestos autores materiales del asesinato y otros como presuntos intermediarios.

Ponsoda murió el 27 de octubre de 2007 en el hospital General de Alicante, ocho días después de ser tiroteado por uno o varios desconocidos junto a su vehículo cuando se disponía a entrar en su casa, en la pedanía de Xirles, en el término de Polop.

El crimen sacudió la tranquilidad de esta pequeña población del prelitoral alicantino, de unos 4.000 habitantes, y causó conmoción en la clase política de la Comunitat Valenciana.

Desde un primer momento no se descartó ninguna de las hipótesis, entre ellos el posible móvil urbanístico, aunque la investigación no se ha traducido en detenciones hasta dos años y un mes después.