La junta de Tailandia rechaza las críticas externas y defiende su legitimidad

  • La junta militar de Tailandia reivindicó hoy su "legitimidad" para gobernar el país y rechazó las críticas realizadas por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos tras la toma del poder en el golpe de Estado del pasado 22 de mayo.

Bangkok, 24 jun.- La junta militar de Tailandia reivindicó hoy su "legitimidad" para gobernar el país y rechazó las críticas realizadas por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos tras la toma del poder en el golpe de Estado del pasado 22 de mayo.

El jefe de la junta, el general Prayuth Chan-ocha, dijo durante una reunión de mandos del Ejército que "Tailandia debe seguir su propio camino y depender de sí misma antes que nada" y abogó por "seguir solucionando los problemas a nuestro estilo tailandés".

"Aunque EEUU y la UE han expresado su oposición a que la junta dirija el país, la junta se mantiene en sus principios. Seguiremos en la resolución de los problemas del país tomando en consideración el honor del país", dijo Prayuth según el diario "The Nation".

Antes, el secretario permanente de Asuntos Exteriores, Sihasak Phuangketkeow, defendió la "legitimidad" de su administración tras reunirse con el representante de la UE, Jesús Miguel Sanz Escorihuela.

"Hay un sólo Gobierno legítimo y es la actual administración", afirmó a los periodistas Sihasak, que dirige de forma interina el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Sihasak afirmó que, en su reunión con Sanz Escorihuela, expresó su "desacuerdo" con la UE, que en la reunión ayer de sus ministros de Exteriores suspendió la firma de un tratado de cooperación con Tailandia hasta que la junta militar vuelva al orden constitucional.

Sin embargo, el secretario permanente aseguró que las medidas del bloque europeo no incluyen sanciones económicas y, de momento, tampoco afectan a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC).

En su opinión, los socios europeos no han tenido en cuenta los "avances" del Centro Nacional para la Paz y el Orden, nombre oficial de la junta militar, para reformar el país y celebrar elecciones democráticas lo antes posible.

En la reunión de sus ministros de Exteriores en Luxemburgo, la UE suspendió también sus visitas oficiales a Tailandia y las de representantes tailandeses a Bruselas hasta que se restaure el orden democrático en el país.

"Sólo una hoja de ruta rápida y creíble para el retorno al orden constitucional y la celebración de elecciones creíbles e incluyentes permitirá mantener el apoyo de la UE", advirtieron los Veintiocho.

Además, los ministros instaron a la junta militar tailandesa a liberar a todos los presos políticos y que se abstengan de llevar a cabo más arrestos por razones políticas, así como a poner fin a la censura.

El Ejército tailandés dio un golpe de Estado incruento tras más de seis meses de protestas antigubernamentales en las que murieron 28 personas y más de 500 resultaron heridas.

Los militares aseguran que tomaron el poder para evitar una escalada de violencia y que su objetivo es reformar el sistema político, que consideran corrupto, antes de celebrar elecciones, un proceso que durará más de un año.

Sin embargo, sus detractores afirman que la agenda del Ejército coincide con los de los manifestantes antigubernamentales, apoyados por la élite monárquica y gran parte de la clase media y el electorado sureño.

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