A la madre de los niños de Godella le da "mucha pena la muerte de mis pequeños, pero habían perdido su alma. No eran mis hijos", confesó a la Guardia Civil según relata su declaración a la que ha tenido acceso 'Espejo Público'. "He matado a mis hijos, me lo ha pedido dios", explica. El escalofriante relato no para ahí: "Quitarles a Ichel y a Amiel la vida era la única forma de salvar sus almas y salvarme yo misma".
La madre asegura que su niño mayor, tras ir al colegio, estaba más violento, agresivo y "se enfrentaba a mí, pero lo peor fue cuando me percaté de que a pesar de su edad era capaz de controlar mi voluntad. Llegó el momento en el que se colaba en mi cerebro". El alma a su hija se la robaron "al nacer". En el programa de Antena 3 también relatan que ella aseguró que no tiene miedo y que todo lo hizo por dios: "Me ordenó que practicara un ritual de purificación y yo cumplí con sus deseos".
La abuela de los pequeños llevaba semanas preocupada por la situación de su hija, y madre de los niños. Semanas antes de que aparecieran muertos comenzó a percibir que su hija no estaba bien ya. En un primer episodio desapareció con los menores, aunque finalmente aparecieron y continuaron con su rutina. Apenas tres días antes del trágico día, la abuela recibió un mensaje de su hija que de nuevo le hizo sospechar de su capacidad para criar a sus hijos.
Precisamente, ese mensaje le hizo presentar una denuncia temiéndose lo peor, según han explicado en Antena 3. Tras interponer la denuncia, los responsables actuaron como indica el protocolo, por lo que se envió un oficio a través de un fax, sin embargo el fax no llegó a tiempo para establecer la protección de los pequeños y evitar su asesinato.
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