La mayoría de los indecisos andaluces son socialistas y dudan si dar su voto a Podemos

    • Un 41% de votantes se piensa aún el sentido de su papeleta. El 15'4% se debate entre Díaz o el nuevo partido. Un 12% medita el voto entre socialistas y 'populares'.
    • La formación de Iglesias resulta demasiado radical: una mayoría lo coloca en la extrema izquierda, más de quienes lo hacen a nivel nacional.
Susana Díaz apuesta por el envejecimiento saludable y reconoce el esfuerzo de las personas mayores durante la crisis
Susana Díaz apuesta por el envejecimiento saludable y reconoce el esfuerzo de las personas mayores durante la crisis

Andalucía ha puesto ya en marcha el contador hacia las urnas. Una cita que se anticipa discutida y sobre todo estratégica: no en vano, de lo que suceda el 22 de marzo en la comunidad podrían depender muchos movimientos posteriores del tablero político. No tanto en cuestión de resultados-sabido es que la idiosincrasia electoral andaluza no resulta extrapolable al conjunto nacional-sino más bien en los intestinos de cada partido.

Una victoria contundente de Susana Díaz cuestionará aún más el liderazgo de Pedro Sánchez, mermado ya desde la "vieja guardia" socialista, y hará arreciar las presiones para que la ahora presidenta de la Junta dé un salto a Madrid que, de manera pública, ella descarta entre sus ambiciones. El PP, dividido también entre los continuistas y los partidarios del "aire fresco", tratará de evitar una debacle histórica.

Entre tanto, la fuerza que ha roto ya con el actual escenario político, Podemos, ensayará por primera vez su músculo electoral. El CIS, conocido el jueves, coloca al partido que en Andalucía lidera Teresa Rodríguez, tercero en estimación de voto, con entre 21 y 22 diputados (19'2%), por detrás de PSOE, que ganaría las elecciones con el 34'7% de los votos, a 11 escaños en cambio de la mayoría absoluta, y PP, que cae al 25'7% de los votos, 34 escaños frente a los 50 que tiene en la actualidad.

Más allá de estos resultados, la clave de los comicios estará en cambio en los que hoy se declaran aún indecisos. El incierto panorama político, el desencanto ciudadano y la desconfianza en las fuerzas que prometen la renovación se traducen, según el barómetro andaluz, en un 41% de ciudadanos que no tienen todavía decidido el sentido de su voto. Una cifra lo suficientemente elevada para alterar los porcentajes calculados hasta ahora.

Prueba de que el elector se encuentra en un maremágnum de dudas son los datos que bareman la incertidumbre entre dos opciones. Pero esas dudas se dan no únicamente, y como cabría esperar en un principio, entre tendencias ideológicamente más afines, como Podemos e IU-un 6% de los indecisos se están pensando si dar su voto al partido de Iglesias o si optar finalmente por el de Maíllo-sino entre opciones, aparentemente, contrarias, como pueden ser PSOE y PP. Así, un 12% no saben aún si decantarse por Susana Díaz o apostar por el candidato 'popular', Juanma Bonilla.

El mayor porcentaje de "duda" se da, no obstante, entre PSOE y Podemos. Un 15'4% estudia si dar su voto a la actual presidenta de la Junta o a Pablo Iglesias, un dato que ahonda en la "transfusión" de voto que iría desde los socialistas hacia el nuevo partido y que se prevé también a escala nacional. Según el barómetro del CIS del pasado enero, el 26'1% de los entrevistados que dieron su papeleta al PSOE, declara ahora apostar por Podemos.

Este escenario se ve más amortiguado no obstante en Andalucía, donde el grueso del trasvase de electores le llega a Podemos desde el Partido Andalucista (un 56'5% de los que votaron a Pilar González en 2012 lo hará esta vez por Teresa Rodríguez) y de IU (un 40% de votantes de Maíllo en las últimas autonómicas se irían al partido del círculo). Del PSOE recibiría un 15%-que puede ser más si los indecisos se decantan finalmente por la formación morada- un 33'3% de UPyD y un 4'5% del PP.

Llamativo resulta también que apenas un 1'7% duden entre las dos nuevas fuerzas electorales, Podemos y Ciudadanos, lo que refuerza también el fuerte arraigo que en Andalucía tienen aún los partidos tradicionales.

El recelo hacia Podemos, que no logra en la región resultados tan contundentes como a nivel nacional, se aprecia también en el hecho de que son los más los andaluces que consideran que el partido se sitúa en la extrema izquierda. Así opina el 31'2% de los consultados por el CIS, un porcentaje que supera en cuatro puntos a los resultados en la misma pregunta a nivel nacional. En lado contrario, son menos los que en Andalucía creen que el PP se ha instalado en la extrema derecha, un 17'2% frente al 22'7% del último barómetro general, publicado en febrero. Una inmensa mayoría de electores admite situarse ideológicamente en el amplio espectro del centro-izquierda.

Mostrar comentarios