La OLP condena ley israelí que distingue entre árabes cristianos y musulmanes

  • La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) condenó hoy la nueva ley aprobada por el Parlamento israelí que distingue entre árabes cristianos y árabes musulmanes, y denunció que con ella Israel pretende transformar un conflicto político en otro religioso.

Ramala (Cisjordania), 26 feb.- La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) condenó hoy la nueva ley aprobada por el Parlamento israelí que distingue entre árabes cristianos y árabes musulmanes, y denunció que con ella Israel pretende transformar un conflicto político en otro religioso.

En un comunicado, Hanan Ashraui, miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, criticó también la decisión de la Cámara israelí de aceptar la discusión de una propuesta presentada por un diputado del partido derechista "Likud" sobre una eventual extensión de la soberanía israelí sobre la mezquita de Al Aksa, tercer lugar más sagrado en el Islam, en Jerusalén.

"Ambas decisiones demuestran que Israel está convirtiendo su ocupación militar en una confrontación religiosa, en el componente ideológico de una política oficial que como queda demostrado persigue el reconocimiento de la naturaleza judía del Estado" de Israel, indica la nota.

"Este proceso, junto a la sistemática campaña para anexionarse y distorsionar el carácter y la demografía de Jerusalén, constituye la institucionalización del racismo, que es ilegal bajo el derecho internacional, y que desafía todos los principios básicos de la democracia y los derechos humanos", agrega el texto.

La ley, que dobla el número de minorías en el comité nacional de derechos de los trabajadores, fue presentada por Yariv Levin, diputado del partido derechista Likud, y aprobada el lunes, 24 de febrero, por 31 votos a favor y seis en contra tras varias semanas de acalorados debates en la comisión parlamentaria.

"El objetivo de la misma es trabajar en favor de las minorías que tienen dificultades para hallar trabajo y darles representatividad en comité asesor", explicó Haim Katz, presidente del comité laboral del Parlamento o Kneset.

La nueva legislación ha sido también criticada con dureza por la oposición y la izquierda israelíes, que igualmente la tachan de racista y aseguran que es innecesaria, ya que los problemas del paro afectan a toda la comunidad árabe-israelí por igual.

El diario progresista israelí "Haaretz" considera hoy que la ley obedece a una política de "divide y vencerás y socava los acuerdos de Israel con la comunidad internacional y lo coloca entre los Estados oscuros".

En la misma línea, la representante de la OLP subraya que, en su opinión, forma parte de "una ofensiva contra todas las religiones", al tiempo que "constituye una grave provocación para todos los musulmanes del mundo".

"Usar la religión como pretexto para imponer la soberanía sobre lugares históricos o de culto amenaza con hundir a toda la región en las inestabilidad y en un gran conflicto. Es una reminiscencia de la misma ideología regresiva que trajo a los cruzados a Palestina en la Edad Media", destaca Ashraui.

"Esta estrategia no solo se impone a la los palestinos en la Palestina ocupada, si no también a los ciudadanos palestinos de Israel (drusos, cristianos y musulmanes) que están sujetos a un sistema legal de 'apartheid' que ni respeta ni aplica los derechos humanos", agrega.

Al hilo de estos argumentos, Ashraui insta a la comunidad internacional "a responsabilizar a Israel, a frenar la discriminación racial de las leyes israelíes y a poner fin a las deliberadas agresiones y asaltos a los lugares santos palestinos".

Según cálculos oficiales, hay 1,6 millones de árabes-israelíes en Israel, cifra que supone un 20 % de la población del país

El 9 % de ellos son cristianos y la mayoría viven en las zonas septentrionales.

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