La onu achaca “negligencia criminal” a los países que no evitan las muertes de niños


El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’aad Al Hussein, acusó este jueves de “negligencia criminal” a los Estados que no ponen en marcha medidas para reducir y eliminar la mortalidad y la morbilidad evitables de los niños menores de cinco años.
Zeid señaló que los países tienen la “responsabilidad moral y legal” de evitar la mortalidad infantil y que “los funcionarios del Estado” son “responsables” de estos casos porque cuando no los evitan, incumplen con sus obligaciones.
"Cada año, seis millones de niños pierden la vida antes de cumplir los cinco años, el equivalente a toda la población de Nicaragua, Noruega o Nueva Zelanda", dijo Zeid en un comunicado.
Zeid indicó que “tenemos en nuestras manos las formas y los medios para prevenir al menos el 50% de estas muertes”. “Que no seamos capaces de tomar las medidas necesarias para proteger a nuestros niños de las devastadoras consecuencias de estas condiciones constituye graves violaciones de los derechos del niño a la vida, la supervivencia, el desarrollo y el más alto nivel posible de salud”, añadió.
En este sentido, recalcó que “los funcionarios del Estado son responsables ante el público cuando los niños mueren por causas evitables” y que “si los funcionarios locales, los ministros, los jefes de gobierno o los jefes de Estado no están haciendo lo que deberían para defender sus derechos, tales omisiones pueden también equivaler a la negligencia criminal”.
"Los derechos humanos no sólo nos conectan a todos. En este ejemplo, nos implican a todos. Si un país tiene el compromiso de poner en marcha todas las medidas razonables para prevenir la mortalidad infantil y después de haber establecido el derecho de establecer prioridades, pero carece de los recursos básicos necesarios para dar esos pasos, entonces debe estar ante la mirada del escrutinio público de la comunidad internacional”, explicó.
GUÍA DE CONSEJOS
Zeid hizo hincapié en que las “desigualdades críticas” están en la raíz de las muertes infantiles prevenibles, con lo que este tema debe ser abordado desde sus causas fundamentales, como la desigualdad de género, las prácticas tradicionales nocivas como la mutilación genital, el matrimonio forzoso y precoz, la violencia basada en el género, el estigma, la discriminación, los hogares y los entornos inseguros, la negación del derecho al agua potable y al saneamiento, la negación del derecho a la salud y disfrute de los derechos humanos por parte de la mujer.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos hizo estas declaraciones en Ginebra (Suiza) durante la presentación de una guía de orientación técnica de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que enumera las medidas tangibles y concretas que los Estados pueden adoptar para erradicar la mortalidad y la morbilidad de niños menores de cinco años, con consejos sobre legislación, coordinación, planificación, presupuesto, ejecución y cooperación internacional, con un enfoque basado en los derechos humanos.
La guía recomienda a los Estados invertir en salud, educación y empoderamiento de las mujeres y los niños, especialmente en las comunidades más pobres y marginadas.

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