La OTAN controla la frontera entre Serbia y Kosovo en un ambiente de tensión

  • Una tensa calma se ha instalado en los pasos fronterizos entre Serbia y Kosovo, donde las tropas de la KFOR, la misión de la OTAN en la región, han reforzado su presencia después de los incidentes registrados el martes, cuando fuerzas especiales kosovares irrumpieron en los puestos aduaneros.

Belgrado, 28 jul.- Una tensa calma se ha instalado en los pasos fronterizos entre Serbia y Kosovo, donde las tropas de la KFOR, la misión de la OTAN en la región, han reforzado su presencia después de los incidentes registrados el martes, cuando fuerzas especiales kosovares irrumpieron en los puestos aduaneros.

El comandante de la KFOR, Erhard Bühler, advirtió hoy de que esa fuerza es capaz de asegurar el orden y la paz y de que tiene todos las prerrogativas para cumplir ese cometido, según la emisora serbia B 92.

Las tropas internacionales controlan ahora el paso fronterizo de Jarinje y han aumentado su presencia en el de Brnjak, donde están también estacionados policías kosovares de frontera.

Bühler indicó que la situación en el norte está bajo el control y que, según sus datos, no hubo heridos en los incidentes de anoche en Jarinje, donde radicales serbios incendiaron el puesto fronterizo.

El ataque de anoche en Jarinje agravó la tensión en el norte de la ex provincia serbia de Kosovo, disparada el martes cuando Pristina envió fuerzas especiales de la Policía para hacerse con el control de los puestos fronterizos de Jarinje y Brnjak.

El despliegue fue justificado por Pristina para aumentar el control aduanero, después de que Kosovo prohibiera la pasada semana la importación de mercancías serbias, en respuesta a un veto similar de Belgrado, que no reconoce la soberanía de su exprovincia ni sus símbolos estatales, como los sellos aduaneros.

Pese a la prohibición, las mercancías serbias habían seguido entrando por los pasos fronterizos del norte de Kosovo, donde se concentra la mayoría de población serbia, que sigue fiel a Belgrado.

Las autoridades serbias han anunciado que continuarán hoy las negociaciones con representantes de la KFOR, en busca de la solución al problema.

Belgrado reclama que se restablezca la situación anterior a la operación kosovar y que los pasos vuelvan a estar controlados por policías kosovares de etnia serbia, como hasta ahora.

Durante la ocupación, un policía kosovar murió en un tiroteo con serbios locales.

Las autoridades serbias han criticado el ataque al puesto de Jarinje y han asegurado que la KFOR ha garantizado que no habrá más incursiones de la Policía especial kosovar.

La Eulex, la misión policial de la Unión Europea en Kosovo, se mostró ayer "muy preocupada" por la situación y llamó a las partes implicadas a mantener la calma y volver a la mesa de negociaciones para alcanzar un acuerdo de libre comercio entre Kosovo y Serbia.

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