La pareja de Hollande protagoniza la recta final de las legislativas galas

  • La primera dama francesa, Valérie Trierweiler, se alzó hoy como protagonista de la última jornada fijada para presentar las candidaturas a la segunda ronda de las legislativas, con un inoportuno "tuit" que reavivó sus diferencias con Ségolène Royal, expareja del presidente François Hollande.

París, 12 jun.- La primera dama francesa, Valérie Trierweiler, se alzó hoy como protagonista de la última jornada fijada para presentar las candidaturas a la segunda ronda de las legislativas, con un inoportuno "tuit" que reavivó sus diferencias con Ségolène Royal, expareja del presidente François Hollande.

La actualidad política, que está a la espera de que mañana el Ministerio del Interior publique la lista oficial de los aspirantes a lograr un escaño en la Asamblea Nacional, estuvo centrada en ese mensaje en el que Trierweiler mostraba su apoyo al candidato que se presenta en La Rochelle (oeste del país), la misma prefectura que Royal.

"Ánimo a Olivier Falorni, que no ha desmerecido y que se bate al lado de los rocheleses desde hace tantos años con un compromiso desinteresado", indicó en la red social en referencia al disidente del Partido Socialista (PS) que amenaza con acabar con las posibilidades de Royal no solo de salir diputada, sino también de presidir esa cámara.

La primera dama ya había advertido en una entrevista a la revista "Femme Actuelle" antes de las elecciones presidenciales que Hollande le concedía toda su confianza a excepción de sus "tuits", declaraciones que se han visto justificadas a cinco días de la segunda ronda de los comicios legislativos y ante las que el PS se ha movilizado en defensa plena de Royal.

El "vodevil" que de acuerdo con la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) ha entrado en el Elíseo con este pronunciamiento público, para regocijo de la derecha, acaba según los medios con la presidencia "normal" que Hollande quiso instaurar durante su mandato.

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, subrayó hoy que el jefe del Estado apoya "a fondo" la candidatura de Royal, pero el entorno del diputado al que esta se enfrenta, según fuentes citadas por la cadena "itélé", asegura que el presidente conocía las intenciones de su actual pareja y dio su visto bueno.

La recta final de las legislativas galas tomó así un cariz de crónica social, horas antes de que se sepa el nombre de quienes competirán el próximo domingo por completar los 577 escaños de la Asamblea Nacional.

Como recuerda hoy el periódico digital "Huffington Post", en la primera ronda del pasado domingo se quedaron sin contrincantes en sus respectivas circunscripciones 36 diputados, de los cuales 21 pertenecen al PS y otros siete a la UMP, por lo que ahora está por decidir la suerte de los 541 escaños restantes.

Tras la celebración de la primera vuelta de esos comicios, el PS parte en esta última fase mejor situado, al haberse impuesto junto con el resto de partidos de izquierdas por el 46,77 por ciento de los votos, frente al 34,07 % de la derecha.

Para pasar a esta segunda ronda cada candidato necesita haber logrado una votación mínima del 12,5 por ciento y, para tener la certeza del puesto, haber superado el 50 por ciento de los escrutinios, situación que ya está en manos de algunos, como el primer ministro Ayrault.

Entre quienes, según el "Huffington Post", se han podido ahorrar la campaña entre las dos vueltas se encuentran igualmente el ministro de Exteriores, Laurent Fabius, o el extitular de Asuntos Europeos Jean Leonetti.

El partido ultraderechista Frente Nacional (FN), que fue votado por el 13,7 por ciento de los electores en primera ronda, está previsto que se mida en 31 circunscripciones con otros dos candidatos, lo que en Francia se conoce como "triangulares".

Y a pocos días del examen final, la postura de los partidos ante ese duelo comenzó a perfilarse ayer por parte de las agrupaciones que se ven en desventaja, sin consignas claras de voto, pero con la intención de convencer a los ciudadanos de que conviene acabar con la hegemonía de la izquierda.

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