La parricida de Algemesí ya había amenazado a su madre, según las vecinas

  • Vecinas de la mujer de 79 años que ha muerto tras ser golpeada con un palo supuestamente por su hija, de 43, han explicado hoy a Efe que ésta, psicóloga de profesión, estaba "deprimida" y "chillaba e insultaba continuamente" a su madre, a la que ya había amenazado con matarla.

Algemesí (Valencia), 8 ago.- Vecinas de la mujer de 79 años que ha muerto tras ser golpeada con un palo supuestamente por su hija, de 43, han explicado hoy a Efe que ésta, psicóloga de profesión, estaba "deprimida" y "chillaba e insultaba continuamente" a su madre, a la que ya había amenazado con matarla.

El suceso se produjo sobre las 21.45 horas de ayer en una vivienda del primer piso de la calle de los hermanos Pellicer de la localidad valenciana de Algemesí, en un barrio del extrarradio formado por numerosas viviendas sociales.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía llegaron alertados por el teléfono 112, ya que se oían "fuertes golpes y gritos" en el interior de la vivienda, y tuvieron que derribar la puerta, ya que no se la abrían a pesar de su insistencia.

Al entrar al piso vieron a una mujer en el suelo y sobre un gran charco de sangre, y a otra de rodillas junta a ella y golpeándola con un palo de unos 35 centímetros, según fuentes policiales.

Isabel Tortosa, amiga de la víctima, que se llamaba Milagros, ha explicado a Efe que la fallecida "era muy buena mujer".

"No he dormido en toda la noche. En todo el vecindario estamos muy afectados", ha añadido.

Milagros Crisanta, también vecina de la víctima, ha recordado que la detenida sufría depresión, "siempre se metía con la madre, la insultaba y cada dos por tres venía la Policía porque la convivencia no era buena".

Otra vecina del inmueble, María Salud Hernández, ha explicado que la detenida "era psicóloga, pero cuando le daba el ataque... Hace dos o tres días vino la Policía", ha indicado María Salud, quien ha agregado que la detenida "decía incluso que iba a matar a la madre, hasta que lo ha hecho".

Pura Hernández, otra vecina del edificio, ha relatado que la madre "era muy buena persona, no se metía con nadie, pero la hija siempre estaba chillando. Algunos vecinos también habían llamado alguna vez a la policía por los gritos".

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