Berlín, 3 jul.- La policía disolvió el sábado en el sur de Alemania una fiesta masiva convocada a través de Facebook, y las autoridades locales quieren ahora que los organizadores pasen por caja para que paguen todos los gastos originados, informó hoy la radiotelevisión pública "Südwestrundfunk".
Cerca de mil jóvenes de los 22.500 usuarios que se habían apuntado hasta el viernes al evento peregrinaron el sábado al lugar de la fiesta, en la ciudad de Bachnang, en el estado federado de Baden-Württemberg, a pesar de que la policía había prohibido su celebración y advertido vía internet de posibles multas.
"Haremos todo lo que haga falta para dar con los organizadores y hacerles pagar todos los gastos", indicó un portavoz de la administración local, que parte de una cantidad de "cinco dígitos", aunque todavía está evaluando otros costes, como la intervención de los bomberos y de la Cruz Roja o las tareas de limpieza.
Sólo los costes de la actuación de las fuerzas de seguridad ascienden a más de 100.000 euros (126.000 dólares), según la policía, aunque no está claro todavía si pasará factura a los organizadores.
La policía, que señala que eventos de estas dimensiones pueden ser prohibidos por el peligro que pueden suponer para la seguridad pública, acordonó la zona después del comportamiento inapropiado en un supermercado de algunos jóvenes borrachos.
Asimismo se registraron altercados y discusiones entre algunos jóvenes y agentes, en los que resultaron heridos leves dos policías y una joven.
En julio del año pasado, varios ministros del Interior de distintos estados federados alemanes exigieron la prohibición de la convocatoria de fiestas a través de las redes sociales, especialmente Facebook, tras varios incidentes con asistencias masivas y descontroladas a celebraciones privadas.
La alarma se desató después de que una adolescente de un barrio de Hamburgo (norte) invitara a su 16 cumpleaños erróneamente de manera abierta por Facebook y se presentaron mas de 1.600 personas.
Más de cien agentes se vieron obligados a actuar para controlar la situación, que se saldó con la detención de 11 participantes en la fiesta por agresión física, daños materiales y resistencia contra la autoridad.
Poco días después, otras 800 personas se sumaron espontáneamente a otra fiesta convocada en Wuppertal (oeste) a través de la red social, en la que se registraron 16 heridos de diversa consideración y la policía detuvo a 41 jóvenes.
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