Ciudad Real, 25 ene.- Los investigadores creen que la muerte de un pastor durante el asalto a la finca "Valdivieso" de Cinco Casas (Ciudad Real) el pasado diciembre se produjo como consecuencia de una venganza de los asaltantes, pues su voz de alarma les impidió consumar un robo en ese mismo lugar un mes antes.
Así lo ha dado a conocer hoy el Cuerpo Nacional de Policía mientras el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, ha explicado que de los 18 detenidos por integrar una red delictiva dedicada a robos en zonas rurales, entre los que se encuentran los asesinos del pastor, diez están ya en prisión por orden judicial.
Una banda integrada por rumanos y afincada en Madrid que ha robado en explotaciones agrícolas, ganaderas, naves y casas de campo de las provincias de Madrid, Burgos, Cáceres, Toledo, Cuenca, Guadalajara y Ciudad Real, donde se apoderaba de cobre, aluminio, otros metales o cualquier objeto de valor, que posteriormente enviaba a Rumanía.
Varios de ellos participaron en el asalto de la finca Valdivieso, en Cinco Casas, una pedanía de Alcázar de San Juan, ocurrido en la noche del 2 al 3 de diciembre, en el que murió un pastor y otro fue herido.
La Policía ha dado a conocer hoy que un mes antes varios individuos accedieron a la finca y se hicieron con bienes por valor de 16.000 euros, pero no consiguieron cargar todo lo robado porque dos pastores dieron la voz de alarma.
Un mes más tarde, los ladrones volvieron al mismo sitio y, según los investigadores, lo hicieron principalmente "para vengarse" de quienes les hicieron huir.
Así, al menos cuatro personas con la cara cubierta derribaron a patadas la puerta y accedieron al interior de las habitaciones de las víctimas, usando una "violencia desmedida e innecesaria", a juicio del jefe superior de Policía de Castilla-La Manchas, Juan Carlos Ortiz.
La Policía ha detallado que usaron piedras y otras armas contundentes, con los que atacaron a los pastores.
Una de las claves de la investigación -iniciada por la Brigada de Policía Judicial de Ciudad Real- fue la identificación del vehículo que utilizaron los asaltantes, una furgoneta blanca, según ha explicado Labrador.
Las pesquisas condujeron hasta varios domicilios de Madrid, de modo que, con apoyo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y las Unidades de Intervención Policial, se entró al mismo tiempo en cinco domicilios del barrio de Usera-Villaverde.
En total se hicieron diez registros y se detuvo a 18 personas, todas de nacionalidad rumana, como presuntas autoras de delitos de asesinato, lesiones, robos con violencia y con fuerza.
En los registros practicados se intervinieron los dos teléfonos móviles sustraídos al pastor fallecido y al pastor herido, la TV de plasma que el pastor fallecido tenía en su dormitorio, así como numerosas herramientas, ordenadores portátiles, TV, móviles, efectos y útiles de albañilería que podrían haber sido usadas para forzar los puntos de acceso en la comisión de los robos. EFE
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