La Policía francesa desconocía los contactos en 2004 entre el Gobierno español y ETA

  • París.- La Policía francesa no tenía constancia, cuando detuvo en octubre de 2004 al presunto jefe político de ETA en ese momento, Mikel Albisu, alias "Antza", de que hubiera contactos entre la banda y el Gobierno español, según testificó hoy de un ex responsable francés de la lucha antiterrorista.

"Antza" y "Anboto" tenían un calendario con los objetivos de ETA hasta 2012
"Antza" y "Anboto" tenían un calendario con los objetivos de ETA hasta 2012

París.- La Policía francesa no tenía constancia, cuando detuvo en octubre de 2004 al presunto jefe político de ETA en ese momento, Mikel Albisu, alias "Antza", de que hubiera contactos entre la banda y el Gobierno español, según testificó hoy de un ex responsable francés de la lucha antiterrorista.

En el juicio que se sigue en París contra "Antza" y otros nueve encausados, entre ellos su compañera, María Soledad Iparraguirre, "Anboto", presunta responsable de las finanzas de la banda, el comisario de la Policía francesa Dmitri Zoulas se refirió a la declaración del martes de "Antza" sobre dichos contactos.

"No teníamos ningún elemento" que confirmara que había negociaciones entre ETA y las autoridades españolas, explicó hoy el comisario Zoulas ante el tribunal.

Zoulas, que entonces trabajaba en la Subdirección Antiterrorista (SDAT), añadió que en 2004 únicamente tuvieron noticia -con documentos requisados a Albisu y por la prensa española- del encuentro mantenido por Antza con el dirigente de ETA José Antonio Urruticoetxea, "Josu Ternera" y con el que era "número dos" del Gobierno catalán, el líder independentista Josep Lluís Carod Rovira.

Pero añadió que Carod Rovira no era el Gobierno español y no disponían de "ningún elemento" sobre conversaciones en marcha.

Albisu señaló el martes ante el tribunal que cuando fue capturado con Iparraguirre en una casa de Salies de Béarn (suroeste de Francia) el 3 de octubre de 2004 en el marco de una gran operación que permitió descubrir cinco arsenales de armas y explosivos en otras tantas propiedades del País Vasco francés, ETA y el Gobierno español estaban en los "prolegómenos" de la negociación que condujo a la tregua de 2006.

"Mikel Antza" también dijo que Francia ha detenido a etarras que se encargaban de negociaciones con el Gobierno español, y aludió como ejemplo a Jon Yurrebaso, en 2007, cuando iba a reunirse con emisarios españoles en Suiza.

Iparraguirre afirmó hoy que cree que la operación que terminó con su detención y la de Albisu "fue montada de arriba abajo", y rechazó el relato de Zoulas, según el cual antes de desembarcar en Salies de Béarn pensaban que lo que iban a encontrar allí era un nuevo arsenal de ETA, y no a dos de sus máximos dirigentes.

Por otro lado, Zoulas indicó que en Salies de Béarn encontraron "elementos materiales" de la vinculación de Batasuna con miembros de ETA, ilustrada con "contactos" e "instrucciones".

A preguntas de los abogados de la defensa, el oficial francés constató que Batasuna y otras organizaciones de la izquierda abertzale no han sido prohibidas en Francia, a diferencia de lo que ocurre en España, aunque recordó que hay procedimientos en curso sobre algunas de ellas.

Albisu quiso corregir algunos de los puntos de la exposición del policía sobre la historia de la organización terrorista, y así por ejemplo negó que ideológicamente fuera marxista-leninista, y también que el logotipo del hacha y la serpiente aluda a las dos vías de la banda para conseguir sus fines: la violencia y la política.

"Antza" contó que el logotipo lo creó un anarquista vasco al calor de la Guerra Civil española (1936-39): "el hacha significa que hay que golpear y la serpiente, que hay que utilizar la inteligencia para hacerlo: hay que golpear con inteligencia".

La segunda parte de la audiencia de la tarde se dedicó al testimonio de otro policía que detalló el registro a uno de los escondites de armas y explosivos descubiertos en la famosa operación del 3 de octubre de 2004, en concreto en una casa de la localidad francesa de Urrugne propiedad de Peio Alcantarilla y Lourdes Urdampilleta.

En esa casa, además del arsenal que incluía entre otras cosas un misil tierra-aire de fabricación soviética, se encontraron planos de un proyecto de construcción de un habitáculo para mantener secuestrada a una persona, lo que en el lenguaje interno de ETA se llamaba una "cárcel del pueblo".

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