La popularidad del polaco Jaroslaw Kaczynski sube como la espuma tras la muerte de su hermano

  • Hasta hace muy poco Jaroslaw Kaczynski era una de las figuras políticas menos apreciadas de Polonia. Sin embargo, tras la trágica muerte de su hermano gemelo, el presidente Lech Kaczynski, y otros 95 colaboradores, en el accidente aéreo de Katyn su popularidad ha ido en aumento en las encuestas. Buenas e inesperadas noticias para el ex primer ministro y ahora candidato a reemplazar a su hermano fallecido en las elecciones presidenciales anticipadas del próximo 20 de junio.
Jaroslaw Kaczynski quiere completar "la misión" de su hermano fallecido
Jaroslaw Kaczynski quiere completar "la misión" de su hermano fallecido
Jan Cienski | GlobalPost

(Varsovia, Polonia). Jaroslaw Kaczynski, de 60 años, siempre ha sido el candidato evidente del partido de derechas Ley y Justicia, que fundó con su hermano en el año 2001. Ha dirigido la agrupación con mano dura y siempre se ha quitado de encima a quienes le han querido hacer sombra. Por esta razón, el partido no contaba con ninguna figura prominente que pueda tener alguna posibilidad de alcanzar la presidencia.

Hasta antes del accidente del 10 de abril, Kaczynski era considerado un personaje polémico. Entre 2006 y 2007 fue primer ministro y con su actitud conflictiva se las arregló para insultar a la mayoría de sus rivales políticos. Su nacionalismo también hizo mella en las relaciones de Polonia con Rusia, Alemania y la Unión Europea.

Su hermano Lech tenía una imagen pública más discreta, pero tampoco era considerado un presidente particularmente bueno. Aunque los poderes del presidente polaco no tienen nada que ver con sus homólogos en Francia o España, Kaczynski se encargó de restar aun más poder a su cargo cediéndolo a su hermano, en ese momento primer ministro.

Tampoco ayudaron las permanentes disputas con Donald Tusk, el actual primer ministro, porque Kaczynski perdió muchas de esas batallas. Sin embargo, el accidente aéreo que le costó la vida ha cambiado esas percepciones. Su muerte en los bosques de Katyn, el mismo lugar donde los rusos ejecutaron a miles de oficiales polacos en 1940, le permitió entrar en el panteón de los héroes nacionales, pese a que se trató de una muerte accidental.

En un sondeo de TNS OBOP, realizado un mes antes del accidente, sólo el 27% de los polacos creía que Kaczynski hacía un buen trabajo como presidente. Otra encuesta, realizada tras su muerte, determinó que el 52 por ciento tenía un sentimiento positivo hacia el mandatario fallecido.

Lo mismo ha sucedido con Jaroslaw Kaczynski. Un sondeo de CBOS señala que es uno de los cinco políticos que más confianza inspira en la población. El 42 por ciento de los encuestados confía en él, un aumento del 13 por ciento. El número de personas que dudan de él también ha caído drásticamente, hasta el 28 por ciento, una mejora de 23 puntos porcentuales.

Esta ola de compasión y nuevas simpatías será la base de la candidatura de Kaczynski hacia la presidencia. El político ha dejado claro que el principal motor de su campaña será concentrarse en el accidente aéreo y la muerte de su hermano. Durante la declaración de su candidatura, Kaczynski afirmó: "La trágica muerte del presidente de la República y la muerte de la élite de polacos patriotas significan una cosa para nosotros: tenemos que continuar con su trabajo".

Llama la atención que Kaczynski no realizara ninguna aparición pública el día que proclamó su candidatura. Delegó todas las entrevistas en su jefa de campaña, la afable Joanna Kluzik-Rostowska. Kaczynski obviamente está profundamente afectado por la muerte de su hermano y de muchos de sus aliados políticos, pero también es cierto que lo han mantenido en un segundo plano para no provocar a la opinión pública con sus declaraciones.

Ya lo hizo una vez cuando hizo un llamamiento a "los verdaderos polacos y la verdadera Polonia", un hecho que los analistas consideran una vuelta al lenguaje del pasado. Kaczynski siempre ha tenido tendencia a separar a sus seguidores y calificarlos de verdaderos polacos y ha tachado a sus adversarios políticos como enemigos del Estado.

El ex primer ministro también se ha beneficiado de la televisión pública polaca, que se encuentra bajo el control de una extraña coalición de dos partidos de la oposición, Ley y Justicia y los ex comunistas de la Alianza Democrática de Izquierda. El canal ofreció un programa especial durante la semana de luto nacional desde el palacio presidencial, en el centro de Varsovia. Durante la retransmisión, prácticamente todos los entrevistados atacaron a los medios de comunicación y al Gobierno por no demostrar respeto suficiente por el presidente fallecido.

Pero el giro de la opinión pública hacia Jaroslaw Kaczynski aún no lo ha convertido en el favorito para la campaña presidencial. Bronislaw Komorowski, portavoz del Parlamento y presidente en funciones, es también el candidato del partido Plataforma Cívica –actualmente en el Gobierno dirigido por el moderado Donald Tusk- y está a la cabeza de las encuestas. Pero la buena fortuna política de Kaczynski aún no ha terminado.

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