La pugna alumnos-centro desvela el sistema de "sobornos" en Tailandia

  • Canela Bangkok, 26 may.- El enfrentamiento entre un colegio y un grupo de alumnos que se declararon en huelga de hambre para denunciar la corrupción en el centro ha puesto en evidencia el sistema de "donaciones", o sobornos, en la educación tailandesa.

Gaspar Ruiz-Canela

Bangkok, 26 may.- El enfrentamiento entre un colegio y un grupo de alumnos que se declararon en huelga de hambre para denunciar la corrupción en el centro ha puesto en evidencia el sistema de "donaciones", o sobornos, en la educación tailandesa.

Los problemas empezaron este mes cuando 56 alumnos no fueron admitidos en el centro público Bodindecha de Bangkok y cuatro de ellos se declararon en huelga de hambre para denunciar que sus pupitres habían sido ocupados por otros estudiantes a cambio de sobornos.

A principios de esta semana, el ministro de Educación, Suchart Tadathamrongvej, tuvo que intervenir para que los alumnos, de entre 14 y 15 años, abandonaran la protesta a cambio de ser readmitidos y más tarde encargó a un comité especial estudiar caso por caso.

No obstante, la directiva del centro se encuentra ahora con el problema de que no tiene suficiente sitio y uno de los padres ha amenazado con inmolarse delante de la sede del Gobierno si su hija no es readmitida el próximo martes.

La joven volvió a ser rechazada por el comité, aunque el padre asegura que la niña cumple con los requisitos necesarios en su expediente.

"Quiero que mi hija estudie aquí (Bodindecha) porque está cerca de mi casa", dijo Somboon Charoenchantakarn, de 57 años, según el diario "Bangkok Post".

Las autoridades han propuesto que parte de los 56 alumnos rechazados en Bodindecha sean realojados en otros centros de la capital, pero muchas familias se niegan debido a que los crónicos atascos en la capital les supondrían horas para llegar a las escuelas más alejadas.

La protesta de los alumnos es un fenómeno insólito en una sociedad fuertemente jerarquizada como la tailandesa donde los alumnos respetan con sumo rigor la autoridad.

Pero en este caso la indignación de las familias, junto con la complicidad de algunos profesores, pudo más que las convenciones sociales.

"He oído muchas cosas sobre comportamientos cuestionables de la dirección del colegio, pero nunca pensé que llegarían a quitarle los asientos a alumnos con todo su derecho a tenerlos como yo", afirmó uno de los alumnos afectados.

La noticia también generó una ola de protestas de internautas que criticaron la extendida, pero encubierta, práctica de los sobornos para obtener plazas en algunos colegios, tanto públicos como privados.

"La estratificación social, que es endémica en la sociedad tailandesa, es la raíz del problema de los sobornos en las escuelas. Algunos colegios son considerados 'escuelas para las clases altas' y otros como 'escuelas para las clases bajas'", escribió un internauta.

El centro Bodindecha y otros 19 colegios están siendo investigados por la Oficina Anti-Corrupción bajo la acusación de aceptar sobornos de entre 50.000 bat (unos 1.580 dólares o 1.262 euros) y 1,5 millones de bat (47.000 dólares o 37.00 euros) a cambio de plazas en las aulas.

Algunos achacan esta corrupción a la falta de fondos y de material de muchos centros y acusan al Gobierno de populista e irresponsable por gastar 32,8 millones de dólares (25,3 millones de euros) en adquirir 400.000 tabletas para los estudiantes en lugar de solucionar las necesidades más apremiantes.

El pago de "donaciones", o sobornos como otros los califican, en los centros está tan extendida que el ministro de Educación defendió el pasado febrero la creación de clases especiales para los alumnos cuyos padres donaran dinero a los colegios.

Según Suchart, la medida permitiría a los colegios públicos aceptar las donaciones de forma "transparente" alojando a los hijos de los donantes en clases separadas.

Estos planes han sido criticados por la ONG Values for Building Thailand Club, que denuncia que el procedimiento discriminará a los alumnos con menos medios y será un mal ejemplo para los alumnos al situar el dinero por encima del mérito.

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