La Red, campo de batalla entre la libertad de expresión y el yihadismo

  • Internet, que el yihadismo utiliza con destreza para reclutar y adoctrinar A integristas y cuya vigilancia quieren endurecer los Gobiernos europeos, se ha convertido al calor de los atentados de París en un nuevo campo de batalla entre "hackers" islamistas y defensores de la libertad de expresión.

Javier Albisu

París, 12 ene.- Internet, que el yihadismo utiliza con destreza para reclutar y adoctrinar A integristas y cuya vigilancia quieren endurecer los Gobiernos europeos, se ha convertido al calor de los atentados de París en un nuevo campo de batalla entre "hackers" islamistas y defensores de la libertad de expresión.

"No quiero que en internet pueda haber palabras espantosas de odio", declaró hoy el primer ministro francés y extitular de Interior, Manuel Valls, quien subrayó que "es ahí donde se forma una parte de la radicalización".

Valls abogó por dotarse de medios y recursos suplementarios porque "la seguridad de Francia no es discutible".

Poco después de las declaraciones de Valls a la cadena "BFM TV", "hackers" integristas piratearon las webs del Consejo General del departamento de Lot (sur de Francia) y de varios liceos escolares en Francia.

Los piratas eran, presumiblemente, integrantes de un grupo llamado Fallaga Team, originario de Túnez, que durante varias horas redirigieron el portal del departamento de Lot hacia una página de ideología islamista radical.

Todo ello, después de que otras páginas de institutos franceses fueran objeto ayer de ataques informáticos, que desviaban sus webs a portales en los que podía leerse: "No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta".

En el campo contrario al del integrismo, el grupo de "hackers" Anonymous ha comenzado a poner en práctica la llamada "operación Charlie Hebdo" (#OpCharlieHebdo), atacando las páginas web de Alintibaha y Ansar Al Haqq, que habitualmente albergan mensajes y foros islamistas.

Anonymous, una red horizontal y global de "hackers" que lanza ataques informáticos contra quienes consideran enemigos de la libertad de expresión, divulgó tras los ataques de París un vídeo a través de la red social Twitter en el que amenazaba directamente a las empresas e instituciones que den cobertura a los terroristas.

La grabación, de tres minutos y subtitulada en varios idiomas, arranca con el título "Tiempo para las lágrimas" y ofrece una sucesión de imágenes de distintos homenajes ciudadanos a los dibujantes y periodistas del semanario satírico "Charlie Hebdo", asesinados el pasado miércoles por dos extremistas islámicos.

A mitad del vídeo, el título cambia a "Tiempo para la acción" y un hombre con traje negro, con el rostro cubierto por la característica careta blanca que utilizan sus simpatizantes y con la voz distorsionada, lanza una amenaza directa al entorno de los grupos terroristas.

"Ciudadanos del mundo, esto es importante. El 7 de enero de 2015, la libertad de expresión fue atacada. Dos terroristas irrumpieron en los locales del periódico 'Charlie Hebdo' y abatieron a varios dibujantes, periodistas y a dos policías. Asqueados y conmocionados, no podemos derrumbarnos. Nuestra responsabilidad es reaccionar", asegura el narrador.

El hombre de la máscara blanca resume el ataque terrorista contra el semanario, cita a las víctimas, lanza una amenaza directa contra sus autores intelectuales y recuerda que "Anonymous siempre ha combatido por la libertad de expresión y la libertad de prensa".

"Atacar a la libertad de expresión es atacar a Anonymous. No lo permitiremos. Todas las empresas y organizaciones vinculadas a los ataques terroristas pueden esperar una reacción masiva de Anonymous. Os buscaremos, os encontraremos y no os daremos respiro. Somos Anonymous. Somos legión. No perdonamos. No olvidamos. Esperadnos", concluye.

El espacio virtual se convierte así en un nuevo escenario de combate donde integristas y justicieros rinden cuentas, al tiempo que los ministros del Interior de los países europeos más afectados por el yihadismo, reunidos ayer en París, acordaron mejorar su lucha común contra el contenido difundido en internet.

Subyace, sin embargo, el temor a que el afán gubernamental por controlar de cerca los movimientos en internet de integristas islámicos, y de otros criminales, lacere las libertades del conjunto de los ciudadanos, como acostumbra a señalar la organización Reporteros sin Fronteras.

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