La respuesta de los comunistas al imperio de Microsoft: el sistema operativo Linux

Jota

El software libre, por sus características, se ha mostrado como la herramienta ideal para que un gran número de de empresas y administraciones públicas consigan su independencia tecnológica, esto es, no depender única y exclusivamente de un reducido número de empresas que controlan el software que usamos incluso después de que nos lo hayan vendido.

Varios países de ideologías socialistas o comunistas como China han visto en GNU/Linux una alternativa real al omnipresente Windows de Microsoft, gracias a su filosofía abierta y a la libertad para modificarlo según las necesidades de cada usuario.

El país asiático fue uno de los primeros en apostar por desarrollar su propia versión con Red Flag Linux. Con esta decisión China se aseguraba de golpe dos cosas: dejar de depender de empresas extranjeras (eminentemente estadounidenses) y pasar a controlar al 100% todo el software que utilizan, sin nigún tipo de injerencia externa.

China no ha sido el único que ha sabido ver las ventajas del software libre ya que su vecino, Corea del Norte, ha venido desarrollando desde hace años su propio sistema operativo: Red Star OS.

Un país tan aislado como este no puede depender de programas y sistemas informáticos que dependan directamente de sus enemigos (EEUU y otros países capitalistas), sobre todo si de ello depende entre otras cosas, su seguridad nacional. Ya que el software libre permite coger el código de cualquier usuario, el régimen de Pyongyang puede desarrollar su propio sistema operativo sin renunciar a la calidad.

Otro buen ejemplo de esto es Cuba. El régimen socialista también creó su propio sistema operativo con Nova. Esta distribución basada en Gentoo cuenta con el apoyo del Gobierno cubano y ha sido desarrollada por la Universidad de las Ciencias Informáticas de La Habana. El objetivo es migrar todo el sistema informático del país a software libre y tecnologías de

La libertad para usar este tipo de software es absoluta, y por ello no hay nigún tipo de problema legal en que cualquiera coja el código de otro para usarlo en sus propios proyectos.

En China la cuota de mercado de Windows es de aproximadamente un 95% entre los usuarios, pero el número de copias pirata es tan alto que apenas hay usuarios que hayan pagado por el sistema operativo de Microsoft.

Sin embargo China no ha sido el único país que ha intentado una transición hacia GNU/Linux.

Este paso hacia la independencia tecnológica, pese a ser característico de regímenes socialistas y comunistas

No es peor

El uso del software libre por parte de estos países

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