La retransmisión por internet del juicio a Bo, ¿teatro o transparencia?

  • Por primera vez en su historia, China retransmite un juicio, el del exdirigente comunista Bo Xilai, casi en directo a través de internet, y aunque esto parece un signo inédito de transparencia, hay quien duda de si, en realidad, no es más que una gran obra de teatro.

Tamara Gil

Pekín, 23 ago.- Por primera vez en su historia, China retransmite un juicio, el del exdirigente comunista Bo Xilai, casi en directo a través de internet, y aunque esto parece un signo inédito de transparencia, hay quien duda de si, en realidad, no es más que una gran obra de teatro.

El proceso contra el carismático Bo comenzó el jueves en Jinan (este), con cientos de periodistas a las puertas del Tribunal Intermedio de la ciudad, que no pudieron acceder a la sala de audiencias.

Y es que sólo 19 informadores chinos forman parte del público de 110 personas que asiste al juicio.

La única manera de descubrir qué pasa de puertas adentro es a través de la red social Weibo, el Twitter chino, donde el tribunal ha creado una cuenta desde la que informa sobre el proceso con una cantidad inesperada de datos, desde la transcripción de testimonios hasta fotografías o vídeos.

El proceso acapara tanta atención que hoy, en la segunda jornada, la página del tribunal ha doblado los seguidores del primer día y ha alcanzado los 411.000, a pesar de que en las primeras horas tardó casi cuatro horas en colgar algún dato significativo.

Esa cantidad de información ha sorprendido a todos los observadores del considerado "juicio del siglo" en China, si bien las opiniones divergen.

"Es la primera vez que se publica en Weibo de esta manera un juicio, y encima, contra un alto dirigente del Partido y el Gobierno. Y es un signo de transparencia comparado con otros casos", señaló a Efe Liu Xiaoyuan, reconocido defensor de los derechos humanos en China.

Liu se refería así al rápido y opaco juicio contra la esposa de Bo, Gu Kailai, quien fue condenada a pena de muerte suspendida -en la práctica, cadena perpetua- por el asesinato del empresario británico Neil Heywood, clave de todo el caso Bo.

También al proceso del que se conocieron pocos detalles contra Wang Lijun, jefe de policía en la ciudad que Bo gobernaba, que cumple una condena de 15 años de prisión por corrupción y otros delitos, tras destapar el escándalo del asesinato y la "mala praxis" de Bo en sus años de liderazgo y bonanza.

La diferencia es abismal con el juicio que se celebra estos días contra Bo, no sólo por el volumen de datos que se divulga sino también por el comportamiento del acusado, quien, al contrario que Wang y Gu, rebate todos los cargos de los que se le acusa -hasta el momento, los de soborno; el tribunal ahora examina la malversación de fondos y culminará con el abuso de poder.

"Ha podido mostrar el mismo aire de arrogancia que le acompañaba durante sus años de gloria. Es un montaje, porque su sentencia está pactada, pero es un avance", señaló a Efe el profesor de la universidad de Georgetown (EEUU) Francisco Nieto Guerrero, experto en política internacional.

Según Nieto, la transparencia que rodea al juicio es un teatro. "Pero si están montando este teatro es porque se dieron cuenta de que lo necesitaban porque ya no pueden hacer las cosas como antes, sin ningún tipo de apertura".

Para el docente y antiguo diplomático, el presidente Xi Jinping y su Gobierno "han entendido que no pueden seguir con los métodos maoístas del secretismo absoluto", aunque recuerda que "en el sistema chino todo va excesivamente lento".

Sin embargo, Bo tiene "límites", apunta a Efe otro analista político desde Pekín.

"El ex dirigente se expresa libremente pero con limitaciones: si se sale de lo establecido, le cortarán", señala el analista, convencido de que las declaraciones de Bo también forman parte de lo previamente acordado.

De ahí que, según el experto, el tribunal haya registrado hoy ese parón en las actualizaciones del juicio en internet durante la mañana.

"Puede que les hayan dado una advertencia", destaca la fuente, quien prefiere guardar el anonimato.

Las autoridades aún tienen miedo a que algo "se salga del guión" del juicio, cuya sentencia "ya está escrita". Y si la transparencia fuera total, "¿por qué no lo retransmiten en directo?", se pregunta el experto.

Incluso si así ocurriera, hay quien insiste en que tampoco sería señal de transparencia.

La portavoz de una organización de derechos humanos, Maya Wang, recuerda que "el juicio contra la Banda de los Cuatro fue televisado en 1980 y que no fue un signo de apertura. El de Bo sigue siendo parte del mismo espectáculo".

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