La ruptura entre Podemos e IU compromete sus acuerdos territoriales

    • Ambas formaciones habían dado por cerradas las alianzas en Galicia y Cataluña.
    • La confluencia es vista ahora con recelo, sobre todo en IU. Las bases de Podemos: "Es un acuerdo de cúpulas".

Pablo Iglesias con Alberto Garzón, tras un encuentro este pasado verano.
Pablo Iglesias con Alberto Garzón, tras un encuentro este pasado verano.

La inesperada ruptura entre Podemos e IU, vía comunicado del partido de Iglesias y cuando las posturas parecían más cercanas que nunca, se deja sentir en la estrategia en la que trabajan ambas formaciones.

En especial, en la de Alberto Garzón, que, tras mostrarse dispuesto a ceder a varias condiciones del partido 'morado', incluso la renuncia a las siglas, tiene apenas dos meses para reorganizar su táctica. Las conversaciones para concurrir de forma conjunta a las elecciones nunca fueron fáciles, sobre todo por los recelos de la formación emergente a un acuerdo estatal 'vetado' en sus documentos fundacionales, pero, más allá, la 'crisis' generada por esa ruptura pone en riesgo los acuerdos que se aún se tratan de cerrar en varios territorios, y también los ya firmados.

Por el momento, sólo en Galicia y en Cataluña existe un acuerdo prácticamente ultimado. En la primera, la confluencia entre Anova, Podemos y Esquerda Unida se cerró con un preacuerdo que busca recoger la esencia de las Mareas gallegas-las plataformas municipalistas que el pasado 24-M lograron barrer el poder del PP en las principales capitales de provincia- y en la que los grupos coinciden en una urgencia: hacer frente a la "situación de emergencia social y de desigualdad" con la construcción de un "nuevo modelo económico y social". El texto fue presentado a principios de este mes y como documento de "base" con vocación "inclusiva" a otros movimientos ciudadanos para articular una candidatura gallega propia, y enfrenta ya los primeros recelos.

La dirección de Podemos Galicia se ha desmarcado de los desacuerdos de las direcciones nacionales asegurando que el pacto gallego está a salvo. "No estamos afectados por esa situación concreta", afirmó estos días el líder 'morado' en la comunidad, Breogán Riobóo, quien destacó que Galicia mantendrá las negociaciones iniciadas hace meses, en tanto "territorio independiente".

Pero las mayores reticencias se dan en IU, donde varios dirigentes no ven claro ahora continuar tejiendo alianzas con una formación que "de forma unilateral" y sin explicaciones les ha dado ya la espalda. "Los compañeros de los territorios habrán de valorar si tras lo sucedido quieren seguir", advierte un dirigente regional de máxima confianza de Garzón.

El líder de la formación republicana-que habría incluso mostrado su disposición a presentarse como cabeza de lista por Málaga por exigencia de Podemos- no ha evitado las críticas tras el sonoro desencuentro. Según Garzón, el partido de Iglesias concibe la unidad popular como un "mercado de fichajes" y beneficia con su decisión "al bipartidismo, al sistema, a que nadie cambie". La formación, que había insistido a los de Iglesias por una "única candidatura rupturista", defenderá ahora en campaña la bandera de la izquierda auténtica "sin ambigüedades", han destacado sus dirigentes.El mal trago de 'Catalunya sí que es Pot'

Los desencuentros de las direcciones nacionales no son la única razón que ponen en riesgo estos acuerdos. El mal resultado de la candidatura de 'Catalunya sí que es Pot'-once diputados, dos menos que ICV en las elecciones de 2012-han hecho repensar la estrategia en las bases y cuestionar que la confluencia sea la mejor apuesta para las generales. Un sector crítico de las bases de Iglesias cree además que los acuerdos siguen una lógica de "cúpulas" y dan la espalda a la militancia. "Nos oponemos rotundamente a este pacto 'por arriba' realizado entre cúpulas de los partidos y nos oponemos en lo que se refiere a la participación de una de las partes en concreto, la de Podemos", ha señalado en los últimos días la plataforma Bases Podemos Galicia, en un comunicado.

Un mal resultado en las generales tendría además una especial connotación en Galicia, que celebra autonómicas el año que viene.
Los partidarios de la alianza defienden, no obstante, que el escenario gallego no puede compararse con el catalán, donde la coalición no acertó en su estrategia ante una campaña en exceso polarizada en torno a la independencia.

Pero también en Cataluña han surgido voces que cuestionan la oportunidad de continuar con la confluencia. Los principales desacuerdos afectan también a EuiA, siglas catalanas de IU, y han sido despejados por sus dirigentes. El coordinador nacional, Joan Josep Nuet, ha mostrado su malestar por el desacuerdo entre Podemos e IU al tiempo que ha advertido de que el camino de la federación catalana "no debe apartarse de la construcción del Nuevo Espacio", que en su opinión representa Catalunya sí que es Pot.

"Romper ese espacio no sólo significaría no avanzar, sino que representaría retroceder en lo positivo que aportó ICV-EUiA, volver al año 2000 hoy solo es una opción para descargar la rabia que sentimos cuando las cosas no suceden como habíamos esperado y los revolucionarios deben mantener la cabeza fría especialmente en los momentos difíciles", avisa.

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