La "tregua" entre pandillas espera el respaldo del nuevo Gobierno salvadoreño

  • La "tregua" entre las principales pandillas en El Salvador que permitió entre 2012 y 2013 una bajada importante de la violencia criminal continúa viva, pese a que algunos sectores la dan por muerta, y está a la espera de que el nuevo Gobierno la respalde.

Magdalena Flores

San Salvador, 8 jun.- La "tregua" entre las principales pandillas en El Salvador que permitió entre 2012 y 2013 una bajada importante de la violencia criminal continúa viva, pese a que algunos sectores la dan por muerta, y está a la espera de que el nuevo Gobierno la respalde.

El armisticio se inició en marzo de 2012 basada en que las principales "maras" o pandillas no se mataran entre sí, y aunque durante su primer año hizo bajar los homicidios, éstos han aumentado en los últimos meses, lo que ha llevado a algunos sectores a pensar que la iniciativa naufragó.

"Este proceso (de la tregua) sigue vivito y coleando", y quienes "hablan de fracaso lo único que hacen es expresar su deseo. Sin embargo, el mismo continúa", aseguró a Efe uno de los mediadores del armisticio, el exdiputado del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) Raúl Mijango.

Asimismo, un boletín emitido esta semana por las pandillas Mao-Mao, Máquina, Mirada Locos 13, la Mara Salvatrucha y la Barrio 18, aseveró que "la oportunidad histórica para recuperar la paz que se abrió el 9 de marzo de 2012 aún sigue abierta".

Las maras Salvatrucha y Barrio 18 son las más grandes y violentas del país y fueron las primeras en suscribir el pacto de no agresión.

Mijango señaló que espera que el nuevo Gobierno del FMLN que asumió 1 de junio Salvador Sánchez Cerén facilite su trabajo como mediadores a él y al obispo castrense, Fabio Colindres.

El ahora expresidente salvadoreño Mauricio Funes dijo el 26 de mayo pasado, en coincidencia con otros sectores de la sociedad, que el pacto entre las pandillas había "fracasado".

Funes siempre sostuvo que su Gobierno no negoció con las pandillas para que dejaran de matar sino que actúo como "facilitador".

El pacto bajó durante su primer año de implementación el promedio diario de homicidios de alrededor de 14 a entre cinco y seis homicidios, pero desde julio del año pasado los casos asesinatos comenzaron a aumentar.

De acuerdo a datos del Instituto de Medicina Legal (IML) desde el inicio del armisticio los homicidios bajaron a menos de 200 al mes, lo que se mantuvo hasta junio de 2013.

Pero la misma fuente asevera que desde julio de ese año los homicidios subieron a más de 200 al mes e incluso en marzo y mayo pasados sobrepasaron los 300, y el promedio diario actual volvió a ser de 14.

Mijango indicó que "la inseguridad es un tema de percepciones" y que "lamentablemente" los medios "han contribuido en generar una percepción de que en el país hay más violencia de la que realmente existe".

La tregua "ha permitido que la vida de un poco más de 5.800 salvadoreños dejen de perderse, y de alguna manera estamos buscando la forma de cómo le damos continuidad para ir buscando también generar reducciones en otro tipo delitos", añadió.

Mijango espera que el nuevo Gobierno del FMLN pase de las "expresiones de buena voluntad" a los hechos, no solo dejando trabajar a los involucrados en la mediación con las pandillas sino asumido "su responsabilidad de transformar los componentes estructurales que generan violencia", humanizando las cárceles e invirtiendo en la juventud.

La pandillas reiteraron en su comunicado al nuevo Gobierno su "disposición y voluntad de contribuir en la solución del más grave problema que agobia al país -la violencia- en lo que esté al alcance de (sus) posibilidades".

Sánchez Cerén aseguró durante su investidura que su Gobierno va a combatir la "delincuencia en todas sus formas, con todos los instrumentos legales y coercitivos del Estado".

"Pero debemos atacar también" las "causas estructurales" de la violencia "y brindar más oportunidades para la gente", lo que espera lograr con educación, empleo e inversión en las comunidades, añadió.

Las anteriores autoridades aseguraron que parte de la "tregua" era que las pandillas no atacaran a policías y militares, pero estos hechos también han aumentado y sólo esta semana fueron asesinados dos agentes y otro resultó herido.

El Parlamento salvadoreño elevó el jueves pasado hasta 60 años las penas de cárcel por asesinar a miembros de los cuerpos de seguridad y autoridades judiciales.

El anterior Gobierno del FMLN, junto a varias iglesias y otros sectores, inició el 23 de abril pasado una nueva etapa de un diálogo que busca definir una "hoja de ruta" a fin de alcanzar la pacificación del país, sin relación con la "tregua" de pandillas, pero las nuevas autoridades no han precisado su posición al respecto.

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