Lagos cree que es el momento de hacer otro "edificio" constitucional en Chile

  • El expresidente de Chile Ricardo Lagos está convencido de que el momento actual es adecuado para que su país proceda a levantar otro "edificio" con una nueva Constitución que dé respuesta a las exigencias sociales, económicas y políticas presentes y venideras.

Jesús García Becerril

Madrid, 28 ene.- El expresidente de Chile Ricardo Lagos está convencido de que el momento actual es adecuado para que su país proceda a levantar otro "edificio" con una nueva Constitución que dé respuesta a las exigencias sociales, económicas y políticas presentes y venideras.

En una entrevista con Efe Lagos dijo que la alternancia política en su país desde la restauración de la democracia en 1990 habla de la madurez alcanzada, pero añadió que "hay que perfeccionarla más" para estar a la altura de un nuevo ciclo distinto al de hace dos décadas y media.

Esa será la tarea del próximo gobierno de Michelle Bachelet, a las que los chilenos pueden pedir otra Constitución, con cambios en el sistema electoral - "herencia de Pinochet" -, en especial después de que se haya superado la mayor parte de los "enclaves autoritarios".

Entre ellos mencionó la existencia de senadores designados, el Consejo de Seguridad Nacional con igualdad entre civiles y militares, la inamovilidad de los mandos militares y la condición de senador vitalicio de los expresidentes, lo que les proporcionaba inmunidad.

"Todo eso ha ido cambiando y nos permite pensar en hacer otro edificio", según Lagos, quien entró en política para hacer frente al régimen de Pinochet y procedía del mundo universitario, como recuerda en su libro "Mi vida. De la infancia a la lucha contra la dictadura".

El libro, publicado en Chile a finales de 2013, llega ahora a España (Debate) y es la primera parte de sus memorias, ya que evoca desde su niñez hasta el día de octubre de 1988 en que los chilenos rechazaron el plebiscito convocado por Pinochet para continuar en el poder.

Esa fecha es la más importante en la trayectoria de Lagos, más incluso que cuando fue elegido para la Presidencia de Chile (2000-2006).

"No fue igual. El plebiscito fue un momento clave. Hubo más adrenalina que cuando fui elegido presidente. Además, no sabía si esa noche (de 1988) iba a poder volver a casa", recordó hoy a Efe.

Para Lagos fue casi una obligación moral implicarse en la política y hoy también percibe en los jóvenes el interés por la vida pública y por comprometerse en los asuntos del país, porque el único alejamiento es respecto a los políticos.

La diferencia es que ahora, para los jóvenes, la democracia es un hecho consolidado y ahora "su sueño es distinto", afirma quien pasó unos años en el exilio tras el golpe de Pinochet y que quiso volver para que sus propios hijos no lo padecieran y pudieran vivir en su país.

Transcurridos cuarenta años de ese golpe los chilenos sienten ahora la necesidad de mirar atrás: "a los veinte años, en 1993, no pasó nada, pero ahora ha habido una eclosión y se atreven a mirar en profundidad lo ocurrido".

Una de las enseñanzas de la historia reciente es la necesidad de mantener consensos, subraya Ricardo Lagos, quien ve que el futuro pasa también por cambiar la agenda política, porque el desarrollo ha reducido la pobreza y ampliado las clases medias.

"Hemos pasado de una renta por cabeza de 5.000 dólares a una de 20.000" y eso crea otras necesidades y expectativas en la gente.

Algo parecido a lo que pasa en la mayoría de Latinoamérica, donde en unos años la renta por persona estará en torno a 22.000 dólares, propia de una clase media.

Queda pendiente en el continente la distribución de la riqueza, porque en la actualidad Latinoamérica "sale mejor de la crisis, es más segura y maneja mejor su economía", según Lagos.

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