Las dos guerras de la URSS en una sola contienda mundial

  • Moscú.- Para la mayoría de los habitantes de la antigua URSS, la II Guerra Mundial comenzó en la madrugada del 22 de junio de 1941, cuando la Alemania nazi invadió la Unión Soviética.

Las dos guerras de la URSS en una sola contienda mundial
Las dos guerras de la URSS en una sola contienda mundial

Moscú.- Para la mayoría de los habitantes de la antigua URSS, la II Guerra Mundial comenzó en la madrugada del 22 de junio de 1941, cuando la Alemania nazi invadió la Unión Soviética.

La realidad, sin embargo, es otra.

Una semana antes del comienzo de la II Guerra Mundial, el 23 de agosto de 1939, los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania y la Unión Soviética, Joachim von Ribbentrop y Viacheslav Mólotov, respectivamente, firmaron en el Kremlin un Tratado de No Agresión, conocido como Pacto Mólotov-Ribbentrop.

El Tratado iba acompañado por un protocolo secreto, en el que el Tercer Reich y la Unión Soviética definían prácticamente el reparto de la Europa del Este y, en particular, acordaban la futura delimitación de sus "zonas de influencia" en Polonia.

El 1 de septiembre Alemania agredió a Polonia y comenzó la II Guerra Mundial. El 19 de septiembre también cruzó la frontera polaca el Ejército Rojo.

Según la declaración del Gobierno de la URSS, las tropas soviéticas entraron para "proteger de la agresión alemana (...), las vidas y los bienes de la población ucraniana y bielorrusa de las regiones orientales de Polonia".

Las tropas soviéticas avanzaron casi sin resistencia y ya al día siguiente de entrar en Polonia uno de sus comandos retornó al cuartel general con varios soldados y oficiales alemanes.

El jefe de las tropas rusas, comandante de la 29 Brigada Acorazada, Semión Krivoshéin, tenía órdenes y las cumplió: los soldados alemanes fueron convidados con un abundante almuerzo y luego enviados a sus líneas con "calurosos saludos" a su general, Heinz Guderian.

Si bien para el futuro "panzer general" la invasión de Polonia fue su bautismo de fuego, para Krivoshéin era no más que un nuevo episodio de su exitosa carrera militar.

Oficial de caballería en la I Guerra Mundial y la Guerra Civil rusa, Krivoshéin se reconvirtió después en tanquista y en esa calidad se había destacado durante la batalla de Madrid en la Guerra Civil Española y en el conflicto armado soviético-japonés del lago Jasán.

Pocos meses después, sería trasladado al norte, donde participó en la guerra soviético-finlandesa, otro fruto de los protocolos secretos por los que Stalin y Hitler se repartieron Europa del Este.

Aunque los planes de Moscú de "sovietizar" Finlandia fracasaron, la URSS sí consiguió aprovechar los acuerdos con Alemania para anexionar las regiones orientales de Polonia, así como Estonia, Letonia, Lituania y la región oriental rumana de Besarabia.

En cuanto a Polonia, en esos mismo años se desarrolló la tragedia que terminaría en el bosque de Katyn, donde en la primavera de 1940 fueron fusilados en tres lugares de ejecución de 15.000 a 22.000 polacos, muchos de ellos oficiales del ejército, hechos prisioneros de guerra por las tropas de Krivoshéin.

El aparente idilio soviético-alemán terminó el 22 de julio de 1941, cuando las tropas hitlerianas invadieron la URSS a lo largo de toda su frontera occidental.

Fue entonces cuando para los soviéticos comenzó la II Guerra Mundial, que tanto rusos como otros pueblos de la desaparecida URSS siguen llamando la Gran Guerra Patria.

Ya en sus primeros días Krivoshéin volverá a encontrarse con Guderian, para entonces ya uno de los generales alemanes más famosos.

En los alrededores de Smolensk la brigada acorazada de Krivoshéin asestó un fuerte golpe a las tropas de Guderian, recuperando incluso varias ciudades, caso inusitado por entonces.

Luego vendrían las batallas de Moscú, Stalingrado y Kursk, tras las cuales el retroceso de las tropas alemanas ya será irrefrenable hasta terminar en mayo de 1945 en la capital alemana, Berlín.

Al menos 26,6 millones de soviéticos perdieron la vida en aquella contienda, entre civiles y militares.

Estas enormes cifras de víctimas son el principal argumento de la tesis rusa de su "principal aporte" a la "liberación de Europa y la derrota del fascismo", que los países de Europa del Este ven como el comienzo de la "ocupación soviética".

Semejantes "intentos de revisar la historia" suscitan abierta irritación de Moscú, que el 22 de junio de 1941 borró de su memoria el desfile de las tropas de Guderian y Krivoshéin dos años antes en Brest.

Miguel Bas

Mostrar comentarios