Madrid.- Las tropas españolas en Afganistán han comenzado a emplear un nuevo sistema de rodillos antiminas que, instalado en los vehículos blindados RG-31, permite detectar artefactos explosivos improvisados (IED) activados por plato de presión.
Este nuevo sistema, que comenzó a desplegarse en la zona de operaciones desde el pasado 13 de abril, es "ya un hecho", lo que supone un "gran avance" en la lucha contra las minas y los IED e incide "directamente" en el incremento de seguridad de las tropas destacadas en Afganistán, según informa el Ejército de Tierra en su boletín "Tierra".
La insurgencia afgana suele utilizar contra las tropas internacionales explosivos improvisados activados por control remoto y el sistema de activación por plato de presión, entre otros.
La incidencia de los activados por control remoto ya fue minimizada con la instalación de los inhibidores en todos los vehículos, y que con el sistema de rodillos se pretende conseguir los mismos resultados, según el Ejército.
El sistema de rodillos, adquirido el pasado año, está compuesto por una serie de utensilios de gran peso capaces de soportar múltiples explosiones.
Aunque no está diseñado para hacer limpieza de minas, su uso se circunscribe únicamente al reconocimiento y verificación de puntos vulnerables de un itinerario.
Los rodillos proporcionan a las unidades de ingenieros y de zapadores un plus de seguridad para realizar el reconocimiento de los puntos vulnerables de las rutas por la patrullan los militares españoles.
Entre sus cualidades, el sistema de rodillos cuenta con una cobertura de 2,7 metros de anchura en el terreno para adaptarse al RG-31, el nuevo sistema el capaz de salvar un escalón de 45 centímetros.
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