Le Pen lleva la decisión de su hija a los tribunales por haberlo suspendido

Jean Marie Le Pen llevará la decisión de su hija hasta los tribunales por considerar que su suspensión del Frente Nacional es injusta, o, más bien, "estalinista", como dijo el anciano líder de la formación, que siempre se ha caracterizado por no ser, precisamente, parco en palabras.

La guerra familiar no ha cesado en el partido de ultraderecha, mientras su hija Marine tiene que lidiar con las frases incómodas que profiere su anciano padre y hacer frente a la crisis interna del partido entre los que se muestran a favor de una línea más moderada y los que están a expensas del anciano líder que ya son menos.

El futuro de Jean Marie Le Pen se debatió el mes pasado en un congreso extraordinario que ha celebrado la formación de ultraderecha en Nanterre, a las afueras de París. Marine Le Pen ya no podía seguir aguantando más las salidas de tono de su anciano padre, el mismo que, con sus declaraciones, retrotrae a sus paisanos a momentos difíciles de su historia. Por ejemplo, cuando hizo una loa al mariscal Pètain, el jefe del estado francés de Vichy, que colaboró con la Alemania de Hitler.

Y mientras tanto otra mujer multiplica su popularidad en el partido y también la simpatía de su abuelo, no es otra que Marion Marèchal-Le Pen, la nieta de Le Pen y sobrina de la actual dirigente del partido de ultraderecha.

Solo tiene 25 años y ya se ha convertido en la diputada más joven de la Asamblea Nacional. Además es más próxima ideológicamente a su abuelo, el cual le ha demostrado últimamente más simpatía que su a su propia hija.

El movimiento que ha hecho Marine Le Pen con su padre tiene que ver con una estrategia de imagen para el partido. La presidenta del FN ha dado una vuelta de tuerca a su partido, ha pasado de tener una imagen antisemita a centrarse en el discurso antieuro, en el proteccionismo y que quiere un sistema de inmigración restrictivo.