Bogotá, 9 oct.- La líder del partido de izquierdas Unión Patriótica (UP), Aída Avella, pidió hoy al Gobierno colombiano que se sirva de los recursos militares que ha usado para saber que el jefe máximo de las FARC viajó a Cuba para identificar a los que amenazan a los opositores políticos.
Avella se expresó así en declaraciones a Efe durante su participación en una marcha organizada por la Corporación Reiniciar y la Coordinación Nacional de Víctimas y Familiares del Genocidio contra la Unión Patriótica para recordar a los cerca de 4.000 miembros de este partido que fueron asesinados en las décadas de los 80 y 90.
La líder de UP hizo el comentario al ser preguntada por las declaraciones del ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, quien dijo a Caracol Radio que la inteligencia militar tiene información de que el número uno del grupo guerrillero FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", ha viajado clandestinamente en varias ocasiones a La Habana, sede de los diálogos de paz.
En este sentido, Avella reclamó a Pinzón que investigue las amenazas que ella y otros líderes políticos han sufrido y destacó que no se explica "por qué cuando nos amenazan a los opositores políticos el ministro no es capaz de decirnos de dónde salen" esos mensajes.
Avella, que fue candidata a la Vicepresidencia colombiana este año, destacó que "cualquier aficionado" identifica "el IP" de los computadores desde los que salieron las amenazas, pero "no se pueden desencriptar" ya que por su dificultad "solo puede hacerlo un Gobierno que tenga contrato con Google".
Tanto Avella como otros líderes de la Unión Patriótica, del movimiento Marcha Patriótica y defensores de derechos humanos han sido amenazados a lo largo de este año por bandas criminales como "Los Rastrojos" y "Águilas Negras", surgidas tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a mediados de la década pasada.
El partido Unión Patriótica nació en 1985 con una posición ideológica izquierdista en un momento en el que las FARC negociaban un proceso de paz como una herramienta para hacer política sin armas.
Desde su primera presencia electoral en 1986 la UP obtuvo una notable representación lo que desató que fuerzas paramilitares e incluso agentes de seguridad del Estado iniciaran el asesinato de casi 4.000 miembros del partido, lo que forzó su desaparición.
La UP renació a finales de 2013 y en las elecciones legislativas de este año presentó candidatos al Congreso.
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