"Quien murió era de origen hondureño, mientras que la víctima, a la que aparentemente pretendían privar de la libertad, está bien", dijo a la prensa el secretario de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez.
Autoridades estatales alcanzaron a llegar al municipio de Chapulco cuando la turba de unas 300 personas aún estaba enardecida, y lograron llevar a los tres presuntos delincuentes a un hospital, pero allí falleció el hondureño, de 32 años.
De acuerdo a las primeras investigaciones, presuntamente el hondureño y sus cómplices intentaron "llevarse por segunda ocasión a la misma persona", añadió Rodríguez.
El linchamiento es un crimen recurrente en México. Sólo en Puebla, el año pasado fueron linchadas cinco personas y 39 fueron rescatadas en conatos de este tipo, de acuerdo con cifras oficiales.
Y este año, antes del linchamiento del hondureño, el 27 de enero medio centenar de pobladores del municipio rural Acatlán de Osorio linchó a un hombre de 37 años por presuntamente disparar contra el propietario de una vivienda.
Uno de los casos más dramáticos registrados en Puebla fue el de dos hermanos que se dedicaban a hacer encuestas y que fueron linchados el 19 de octubre en la plaza pública de Ajalpan por una turba que los acusó de secuestrar menores.
En septiembre pasado otros dos hombres fueron linchados en una comunidad indígena de Chiapas (sureste) donde según cifras oficiales se han registrado 11 ajusticiamientos desde 2012.
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