Llama desde Perú para entregarse en España acusado de violar a su hijastra

  • Un hombre hispano-peruano de 35 años se entregó a la policía en España tras llamar desde Perú para comunicar esta decisión, e ingresó en prisión como presunto autor de un delito de violación y otro de corrupción de menores por agredir sexualmente a su hijastra de 11 años en Palencia (norte).

Palencia (España), 16 mar.- Un hombre hispano-peruano de 35 años se entregó a la policía en España tras llamar desde Perú para comunicar esta decisión, e ingresó en prisión como presunto autor de un delito de violación y otro de corrupción de menores por agredir sexualmente a su hijastra de 11 años en Palencia (norte).

Según informaron hoy a Efe fuentes policiales, el hombre, que se había fugado de España cuando supo que la madre de la pequeña iba a denunciar los hechos, se puso posteriormente en contacto con la Comisaría del Cuerpo Nacional de Palencia desde Lima para hacerles saber que tenía la intención de entregarse a las autoridades.

El hombre viajó desde la capital peruana hasta el aeropuerto de Madrid-Barajas, donde le esperaban agentes de la Brigada de la Policía Judicial de Palencia, que procedieron ayer a su detención.

Los agentes le trasladaron hoy hasta el Juzgado de Instrucción número 5 de Palencia, cuyo titular dictó para él un auto de prisión preventiva y sin fianza tras tomarle declaración.

El detenido ingresó en el Centro Penitenciario de La Moraleja de Dueñas (Palencia).

Según explicaron a Efe las fuentes policiales, presuntamente el detenido aprovechaba la ausencia de la madre de la menor para agredir sexualmente a ésta.

El hombre se encontraba desde comienzos de marzo en busca y captura tras la denuncia que había presentado su pareja sentimental por supuesta agresión sexual cometida contra la hijastra de él, de 11 años.

Fue la mujer y madre de la víctima, de origen latinoamericano, la persona que denunció los hechos ante la Policía, que también investiga si existen o no grabaciones de escenas de índole sexual con la pequeña.

La niña realiza su vida escolar con normalidad en un colegio de la capital palentina, al que acude junto a uno de sus tres hermanos.

La Policía ya tenía sospechas de que el presunto agresor se encontraba ya en su país de origen, por lo que había cursado una solicitud de extradición.

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