Londres, 6 mar.- La ministra de Interior británica, Theresa May, anunció hoy la apertura de una investigación pública sobre los trabajos de infiltración de la policía en el Reino Unido tras conocerse que Scotland Yard espió a la familia de una víctima de un crimen racista.
May sostuvo que las revelaciones sobre la actuación de los agentes infiltrados en el caso de Stephen Lawrence, un joven negro asesinado en 1993, son "muy preocupantes" y afirmó ante la Cámara de los Comunes que es necesario restablecer la "confianza" de los ciudadanos en la policía.
El Ministerio de Interior revisará ahora otros casos en los que participó la policía secreta para comprobar si se produjeron abusos por parte de las fuerzas del orden durante sus operaciones.
El anuncio de May se produjo a raíz de la publicación de un informe independiente sobre la actuación de la policía en el caso de Lawrence, que murió apuñalado por un grupo de jóvenes blancos, dos de los cuales fueron condenados a cadena perpetua en enero de 2012.
El documento, elaborado por el abogado británico Mark Ellison, relata cómo la policía "espió" y recabó información privada sobre los padres y otros familiares cercanos de la víctima.
Tras la muerte de Lawrence, la policía se infiltró en los grupos de protesta que pedían que se aclarara este crimen, que conmocionó al Reino Unido y que despertó la conciencia sobre el racismo en este país.
Peter Francis, exagente de Scotland Yard, reveló al diario "The Guardian" el pasado año que su misión como policía infiltrado en el caso de Lawrence consistió en recabar información que pudiera desacreditar a la familia del joven asesinado.
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