Los médicos dicen que el niño a cuyos padres se juzga por maltrato sufrió una paliza

  • Palma.- Los médicos que atendieron al niño de 6 años que quedó en coma en junio de 2006 y a cuyos padres se juzga por malos tratos, y los forenses que estudiaron el estado del menor han dicho hoy que las lesiones que sufrió sugieren que recibió "una paliza" y que son incompatibles con una caída, como dijo la madre.

Los médicos dicen que el niño a cuyos padres se juzga por maltrato sufrió una paliza
Los médicos dicen que el niño a cuyos padres se juzga por maltrato sufrió una paliza

Palma.- Los médicos que atendieron al niño de 6 años que quedó en coma en junio de 2006 y a cuyos padres se juzga por malos tratos, y los forenses que estudiaron el estado del menor han dicho hoy que las lesiones que sufrió sugieren que recibió "una paliza" y que son incompatibles con una caída, como dijo la madre.

Los médicos que atendieron al niño en la UCI pediátrica de Son Dureta el 6 de junio de 2006, y los forenses que elaboraron un informe pericial dos días después han declarado hoy ante el tribunal de la sección segunda de la Audiencia provincial de Palma que juzga desde ayer a sus padres y han coincidido en señalar que recibió "múltiples" golpes.

La Fiscalía pide 45 años de cárcel para la madre por maltratar habitualmente a su hijo adoptado y producirle una grave lesión que lo dejó en coma y la misma pena para el padre, por no evitar esta situación. La acusación particular pide además una indemnización de 1,5 millones de euros para el Consell de Mallorca, institución tutora del menor, en concepto de responsabilidad civil.

Una médica que atendió a Miguel Ángel el día en que ingresó en Son Dureta en coma ha detallado que el niño presentaba "múltiples traumatismos" en la cabeza, cara, codos, glúteos, caderas, tórax, muslos y un tobillo, con hematomas inflamados que sugieren "que había recibido múltiples golpes".

Según la doctora, los moratones que presentaba en el interior de los muslos, una zona no expuesta, no son habituales en caídas.

En opinión de la médica, esas lesiones no podían estar causadas "de ninguna manera por una caída", sino que "lo que parecía era que había recibido una paliza", una versión que contradice la aportada ayer por la madre, que declaró ante el tribunal que el día que ocurrieron los hechos había empujado al niño, que se golpeó con el marco de una puerta y cayó al suelo.

El otro médico que lo atendió en la UCI ha subrayado que los traumatismos eran "importantes" y en algunos casos, como los situados en los codos, "muy extensos". "Accidentales no pueden ser porque no te puedes golpear delante y detrás, a derecha y a izquierda, arriba y abajo", ha insistido.

Los dos médicos forenses que elaboraron el informe pericial dos días después del suceso han declarado ante el tribunal que el conjunto de las lesiones indican que se habían producido "en 7 u 8" golpes distintos.

Han detallado que el niño sufría cuatro tipos de hematomas distintos en la cabeza, que derivan de al menos dos impactos: el primero de ellos muy contundente, que generó lo que se conoce como efecto "bamboleo" en el encéfalo, que produce un hematoma mayor en el lado contrario al que ha recibido el golpe; y un segundo producido quizá al caer.

Esos golpes en la cabeza "producidos con una gran fuerza", le han causado un deterioro de las funciones cerebrales y motoras muy grave e irreversible. Según los forenses, todos los hematomas se habían producido en un plazo inferior a las 6 horas antes de ser atendido, salvo dos de ellos que presentaban unas 24 horas de antigüedad.

El policía que realizó el atestado después del suceso ha declarado mediante videoconferencia y ha explicado que en la investigación se averiguó que el niño había recibido 43 atenciones médicas en distintos hospitales y clínicas en un período de 3 años "cifra muy superior a la media normal".

Ha concluido que la lesiones apuntaban claramente a una agresión que la madre admitió al ser interrogada y que ella atribuyó a que había perdido los nervios. "Creemos que el padre conocía perfectamente lo que estaba ocurriendo en aquella casa", ha dicho también el policía, basándose en las entrevistas a los profesores del niño y conocidos de los padres.

Los autores de un informe psicológico realizado a la madre han señalado que no sufre ninguna enfermedad que afecte al control de su agresividad, pero sí presenta baja tolerancia a la frustración como rasgo de su personalidad, que puede derivar en "reacciones algo agresivas" puntuales.

Tras las declaraciones de una docena de personas hoy, está previsto que el juicio prosiga el 4 de marzo con el testimonio de los testigos de la defensa y las conclusiones, y que quede visto para sentencia.

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