El secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), Mariano Casado, reconoció que la situación es crítica, pero rechazó que, en esta tesitura, no se adopte ninguna iniciativa para prescindir de los gastos que conllevan los actos para recibir y despedir oficiales, para homenajear a santos patronos, para conmemorar condecoraciones y ascensos, etcétera.
"Todo esto tiene que desaparecer", afirmó tajante. "Son gastos superfluos y alguien tiene que tomar la decisión política de suprimir esto". También abogó por racionalizar el uso de coches oficiales, revisar qué desplazamientos aéreos no operativos de jefes militares son necesarios y replantear quiénes han de tener derecho a vivienda de cargo. "A la gente le solivianta que le quiten una paga y estas cosas que disfrutan unos pocos sigan estando", advirtió.
La AUME está recabando datos para elaborar un informe donde se plasmen las malas prácticas y los gastos superfluos del ejército. Luego se plantea presentarlo a los grupos parlamentarios y en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, que espera que se constituya cuanto antes para abordar los problemas de incertidumbre vital para muchas familias que supone la amenaza de que se recorten unidades militares.
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