Los niños robados, Carrero Blanco y el SECED en la nueva novela de A.Huerta

  • Los niños robados, Luis Carrero Blanco, de cuyo atentado se cumplen 40 años el próximo día 20, y los servicios secretos dirigidos por el almirante, SECED, son los ingredientes básicos de la tercera novela de la periodista y abogada Alicia Huerta, un relato negro que evidencia "la injusticia del amor".

Madrid, 12 dic.- Los niños robados, Luis Carrero Blanco, de cuyo atentado se cumplen 40 años el próximo día 20, y los servicios secretos dirigidos por el almirante, SECED, son los ingredientes básicos de la tercera novela de la periodista y abogada Alicia Huerta, un relato negro que evidencia "la injusticia del amor".

"Los nombres que jamás serán pronunciados" (Palabras de Agua) es, "por fin", se ríe Huerta en una entrevista con Efe, una ficción completa, una historia sin una brizna de "autobiografía" aunque sí recoja hechos reales "de otros".

Por ello, para documentarse apropiadamente sobre una época en la que ella era muy pequeña, ha tardado cinco años en escribirlo y, mientras tanto, han aparecido "Delirios de persecución" y "Cosas que ocurren aunque tú no las veas".

Como telón de fondo, en su tercera novela aparece el drama de los niños robados, los servicios españoles de espionaje que creó Carrero Blanco (1904-1973) y el atentado de ETA que acabó con su vida cuando era presidente del Consejo de Ministros de España durante la etapa final del franquismo.

La protagonista es una niña de 14 años a finales de los sesenta, a la que ocurre "algo" que cambiará su vida por completo: ella y su vecina serán secuestradas en una céntrica calle de Madrid, sin que nunca se detenga a los culpables y se aclaren las circunstancias del suceso.

La "reflexión fundamental" que propone la obra, de la que no quiere "destripar" nada más, es cómo influyen las decisiones que se toman "para seguir adelante cuando todo alrededor se ha desmoronado" y sobre "la injusticia del amor, esa que hace que te enamores de personas que te volverán la vida del revés y que aún sabiéndolo no puedes, ni quiere, evitarlo".

Es una novela de acción "con un ritmo muy rápido", recalca, y para "sostener" su estructura ha buceado en cientos de documentos y de información de la época.

Después de investigar a fondo, subraya, se ha convencido, como otros autores, de que la CIA "estaba al tanto, como mínimo", de que se estaba preparando algo contra Carrero Blanco.

"De hecho -recuerda- ocurrió solo 48 horas después de que Henry Kissinger -entonces secretario de Estado de los Estados Unidos- dejara España, a donde había viajado para negociar la permanencia de las bases estadounidenses en territorio nacional, y se fue peleado con Carrero Blanco, que se oponía a que siguieran usando las bases", concluye.

Huerta. que durante más de una década se dedicó a litigios de responsabilidad civil, es en la actualidad columnista de El Imparcial y crítica de ópera y de cine en el ese diario digital.

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