Los opositores a Sharif abandonan una de sus concentraciones en Islamabad

  • Los opositores al primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, abandonaron hoy su concentración en la avenida de Islamabad donde se encuentran numerosos organismos, aunque las protestas prosiguen en otros puntos de la ciudad.

Islamabad, 4 sep.- Los opositores al primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, abandonaron hoy su concentración en la avenida de Islamabad donde se encuentran numerosos organismos, aunque las protestas prosiguen en otros puntos de la ciudad.

Los líderes de los partidos que piden la dimisión de Sharif decidieron despejar la Avenida de la Constitución, donde se concentraban unas 4.000 personas frente a sedes de varias instituciones, dijo a Efe un portavoz de la formación PTI, Adnan Randhawa.

El representante de este partido aseguró que la retirada se produjo para no dificultar más el trabajo del personal de estos organismos, aunque los opositores seguirán con sus protestas en otros lugares junto a la zona de seguridad decretada por el Gobierno.

Los líderes de las formaciones Tehreek-e-Insaf (PTI), Imran Khan, célebre exjugador de críquet, y Pakistan Awami Tehreek (PAT), el clérigo Tahirul Qadri, encabezan dos protestas con miles de personas acampadas frente al Parlamento y la residencia oficial del primer ministro en la capital paquistaní.

Khan acusa a Sharif de fraude en las elecciones que ganó en 2013 y exige la celebración de comicios anticipados, mientras que Qadri reclama la detención del primer ministro por corrupción y la formación de un Gobierno de tecnócratas.

El Gobierno ha aceptado exigencias de los opositores como la creación de una comisión judicial que investigue el supuesto fraude o reformas electorales, pero no la dimisión del primer ministro.

Las protestas comenzaron el 15 de agosto y han causado tres muertos y 500 heridos en enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía.

El Ejército, que ha gobernado el país la mitad de su historia, ha pedido a ambas partes que resuelvan la crisis a través del diálogo y ha mantenido una actitud neutral ante las protestas.

Sharif, quien fue depuesto en un golpe de Estado de los militares en 1999, ha tenido una difícil relación con los uniformados desde su elección, por cuestiones como su intento de acercamiento a la India y el juicio por traición al ex dictador militar Pervez Musharraf.

Analistas y observadores consideran que, aunque Sharif supere la crisis, quedará debilitado el resto de su mandato y el Ejército podría tomar el control de la seguridad y la política exterior.

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