Los políticos, los sindicatos y el Rey son inmunes al tijeretazo

  • Los ajustes exigidos desde Bruselas e impuestos por todos los Gobiernos para combatir la crisis económica no son iguales para todos. Algunos pocos privilegiados han quedado fuera del tijeretazo o apenas han sufrido sus consecuencias.
Ruth Ugalde

Los ajustes exigidos desde Bruselas e impuestos por todos los Gobiernos para combatir la crisis económica no son iguales para todos. Algunos pocos privilegiados han quedado fuera del tijeretazo o apenas han sufrido sus consecuencias. Aquí tienes algunos de los ejemplos más escandalosos.

Partidos Políticos: Las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo ha sido la excusa perfecta que ha permitido a los grupos disparar un 33% las subvenciones que reciben del Estado en pleno tijeretazo. Según el proyecto de los Presupuesto de 2011, todas las formaciones se repartirán 131 millones de euros, frente a los 87,3 millones de este ejercicio.

Además, el argumento de que los próximo comicios exigen una inyección extra de 44,5 millones se queda estéril cuando se recuerda que en las elecciones de 2007 esta cita se sufragó con menos dinero: 42,7 millones; y que los dos grandes partidos, PP y PSOE, se habían comprometido a reducir en un 15% los gastos electores y en un 10% las subvenciones a las formaciones con representación parlamentaria.

Sindicatos: La falta de sintonía que simulan tener los sindicatos con el Gobierno a la hora de negociar la reforma laboral o las pensiones se vuelve extrañamente en sintonía cuando llega el momento de las subvenciones, ya que los representantes de los trabajadores han conseguido quedar fuera del tijeretazo y repetir los 15,8 millones recibidos, vía subvención, en 2010.

Familia Real: El Jefe del Estado ha decidido desmarcarse del Jefe del Gobierno, que se ha recortado el sueldo un 15%, y ponerse al nivel de un funcionario mileurista al haberse ajustado su partida presupuestaria apenas un 5%. Tras esta pequeña rebaja, la retribución de la familia Real ha pasado de 8,89 millones a 8,43 millones.

Funcionarios europeos: Bruselas ha optado por no aplicarse la misma vara de medir que exige a todos los países del Viejo Continente, a los que ha impuesto drásticos ajustes que han conllevado, en mucho casos, reducir el número de funcionarios y bajarles el sueldo. Por ejemplo, en el caso de España, se ha optado por bajar una media del 5% los salarios de los empleados públicos y reponer exclusivamente a uno de cada diez.

Frente a estas duras medidias, la Comisión Europea ha propuesto recortar apenas un 0,4% el sueldo de los eurofuncionarios en 2011 (12 veces menos que en España) y a las pensiones. Este tímido ajuste dispara todavía más las críticas cuando se recuerda que los sueldos del Ejecutivo comunitario oscilan entre los 2.300 euros mensuales de un recién llegado con la menor categoría y los 16.000 euros que precibe un funcionario de la máxima categoría.

Pensiones mínimas: Para ser justos, también debe incluirse en el epígrafe de los inmunes al tijeretazo a las pensiones mínimas, es decir, aquellas por debajo de los 700 euros al mes, que se incrementarán un 1% en 2011 y, además, han quedado fuera de la polémica congelación salarial aplicada a los jubilados. Por tanto, si la inflación del próximo año supera el citado 1%, recibirán una paga extra para compensar la pérdida de poder adquisitivo.

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