Los primeros resultados apuntan a una clara victoria del laborista Higgins

  • El laborista Michael D. Higgins, un veterano político de 70 años, será el noveno presidente de Irlanda después de que el primer recuento oficial le otorgase hoy un 39,6 por ciento de apoyo.

Javier Aja

Dublín, 28 oct.- El laborista Michael D. Higgins, un veterano político de 70 años, será el noveno presidente de Irlanda después de que el primer recuento oficial le otorgase hoy un 39,6 por ciento de apoyo.

A su llegada al centro de recuento de votos de Dublín, Higgins se declaró "feliz" y "un poco abrumado" por su victoria, al tiempo que prometió que su Presidencia será "de transformación e inclusiva".

No obstante, emplazó a los medios presentes hasta el anuncio del resultado final para hablar más extensamente sobre sus planes como jefe de Estado, un cargo principalmente representativo.

Solo una sorpresa mayúscula le impediría ahora ocupar durante los próximos siete años la magnífica mansión de "Áras an Uachtaráin" (residencia oficial en lengua gaélica), en el corazón del dublinés Phoenix Park.

El empresario independiente Séan Gallagher, que hasta esta semana encabezaba las encuestas en las elecciones presidenciales irlandesas, ya reconoció su derrota y la victoria del carismático líder laborista.

Higgins, el más veterano de los siete candidatos, podría aumentar su ventaja sobre Gallagher a medida que avance el complejo recuento que se espera que se alargue hasta el sábado, a pesar de que la participación fue baja, en torno al 50 por ciento.

El sistema electoral en Irlanda da la posibilidad de votar a todos y cada uno de los candidatos por orden de preferencia, y el recuento comienza con la primera de las opciones, cuyos resultados no son definitivos pero dan un idea clara de la tendencia del voto.

El recuento final de las primeras preferencias otorgó un 28,5 por ciento a Gallagher, a quien le ha pasado factura en los últimos días de campaña las acusaciones de corrupción lanzadas por sus rivales, sobre todo del Sinn Fein.

El empresario, conocido por sus apariciones en un "reality", aseguró que el nuevo jefe del Estado recibirá todo su apoyo, al tiempo que le felicitó "sinceramente" por llevar a cabo una campaña "positiva".

En tercera posición, con un 13,7 por ciento, las urnas colocan provisionalmente a McGuinness, un resultado que satisface a la formación nacionalista y que refuerza su estrategia de expansión en el sur de la isla.

Además de mejorar su porcentaje de votos respecto a los comicios legislativos del pasado febrero, el antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) ha aireado como nunca en público su pasado vinculado a la violencia paramilitar.

McGuinness, quien abandonó temporalmente su cargo de ministro principal norirlandés para disputar estos comicios, ha sido sometido a duros interrogatorios sobre su responsabilidad como uno de los máximos responsables de la banda armada durante parte del conflicto en Irlanda del Norte.

De cara a futuros comicios, el Sinn Fein podría haber exortizado de un plumazo uno de sus mayores fantasmas y lo acerca aún más al terreno de la política convencional.

El gran favorito al comienzo de la campaña para convertirse en el primer presidente abiertamente gay de Irlanda, el senador independiente David Norris, también ha pagado en las urnas su vinculación a un escándalo sexual y de tráfico de influencias, pero obtiene, no obstante, un honroso 6,2 por ciento.

Pero sin duda, el gran derrotado es el candidato del gobernante Fine Gael (FG) Gay Mitchell, a quien su falta de carisma y de apoyo de su propio partido en la campaña le han relegado a la cuarta posición con un 6,4 por ciento.

Mitchell podría incluso quedarse lejos del 12,5 por ciento de votos requerido para que los tres primeros puedan reclamar el reembolso de los gastos incurridos durante la campaña, cuyo tope son 200.000 euros.

Lo mismo les sucede a la activista Mary Davis y a la exeurodiputada y ganadora de Eurovisión Dana Rosemary Scallon, que obtienen un 2,8 y un 2,9 por ciento, respectivamente.

Poco más tres millones de irlandeses estaban este jueves llamados a las urnas para elegir al sucesor de Mary McAleese en la Presidencia de la República, un puesto principalmente representativo.

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