Los socialistas franceses abren su tradicional cita estival con Royal ausente

  • El Partido Socialista (PS) francés inició hoy su tradicional universidad de verano de La Rochelle (oeste del país) con la ausencia destacada de la excandidata presidencial Ségolène Royal y la necesidad de redefinirse, después haber llegado al poder tras diez años en la oposición.

París, 24 ago.- El Partido Socialista (PS) francés inició hoy su tradicional universidad de verano de La Rochelle (oeste del país) con la ausencia destacada de la excandidata presidencial Ségolène Royal y la necesidad de redefinirse, después haber llegado al poder tras diez años en la oposición.

Los socialistas comienzan su cita estival liberados de las luchas internas presentes el año pasado, en el que tenían la vista puesta en las primarias con el objetivo de elegir a su entonces candidato al Elíseo.

Royal, una de las que se ha quedado por el camino y que en las elecciones legislativas fue superada también por el disidente Olivier Falorni, ha optado por desplazarse a Sudáfrica para participar en la Internacional Socialista, a la espera de asentar su nuevo rol en la agrupación.

"Soy una mujer política libre y utilizo mi tiempo de la manera más útil posible. No soy indispensable en el Partido Socialista. No es indispensable estar en todas partes, de manera obligatoria", aseguró la semana pasada a modo de justificación.

A quien tampoco se espera es al presidente francés, François Hollande, en línea con su voluntad de distanciarse de la cúpula socialista y de no mezclar los roles durante sus cinco años de mandato al frente del país.

El protagonismo recae en esta ocasión en Martine Aubry, primera secretaria del partido, para la que podría ser su último año como líder, si no es reelegida en el congreso que el PS celebrará el próximo octubre en Toulouse (sur de Francia).

El difícil contexto económico y social aparece como telón de fondo de un encuentro de tres días en el que los socialistas se han librado ya de la necesidad de preparar "el cambio" y deben centrarse en una reflexión interna y programática, al mismo tiempo que el Gobierno se dedica a aplicar el programa presidencial de Hollande.

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, marcará con su discurso el punto fuerte de la agenda de mañana, dentro de unas jornadas en las que en general se planea debatir también sobre Europa, el modelo alemán, la reforma fiscal o la crisis de la deuda soberana.

La actualidad europea constituye un punto de disensión, después de que varios parlamentarios socialistas hayan anunciado que no votarán el proyecto de ley de transposición del nuevo tratado europeo, que el Gobierno presentará el próximo 19 de septiembre.

El primer ministro, instando a la solidaridad con el Ejecutivo, ha pedido a esas voces del ala más izquierdista del PS que no se opongan y tengan en cuenta que Hollande aceptó el pacto fiscal europeo porque, en paralelo, consiguió en la cumbre europea de finales de junio un paquete en favor del crecimiento económico.

La cita de La Rochelle coincide con la difusión de un sondeo según el cual Hollande se encuentra en el "nivel de alerta", con un apoyo popular que ha descendido del 54 por ciento del pasado julio al 49 por ciento este mes.

La encuesta del instituto demoscópico Ifop publicada por el diario "Les Echos" añade que la popularidad de Ayrault ha descendido también del 53 al 49 por ciento y "lo que es peor", según ese periódico, que siete de cada diez franceses creen que el Ejecutivo no está siendo "lo suficientemente activo" ante la crisis y el paro.

Ante todo ello, al PS le espera ahora analizar la manera de salir de la crisis, poner a la oposición "en su lugar" y asentarse en este nuevo panorama político, en el que por primera vez desde 2001 la izquierda ocupa una posición privilegiada.

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