Los socios de Podemos abren una crisis al no ceder en su reclamación de grupo propio

El rechazo de PSOE, PP y Ciudadanos a que las confluencias territoriales de Podemos dispongan cada una de su propio grupo en el Congreso ha supuesto un imprevisto que los de Iglesias tratan de atajar para evitar que acabe en fractura.

Los tres socios, en Comú Podem, Compromís-Podemos y En Marea, han hecho valer ante la dirección de la formación emergente su peso en el éxito electoral del pasado 20-D. Las tres listas sacaron 27 diputados de los 69 que en la suma total se computan a Podemos.

Iglesias ha mantenido en las negociaciones la condición de contar con cuatro grupos , pese a mostrarse abierto a negociar cuestiones como las subvenciones o el tiempo asignado de intervención. Las conversaciones con el resto de partidos acabaron en cambio frustradas y el acuerdo para la Mesa del Congreso se concretó finalmente sin la presencia de Podemos. El propio secretario general advirtió a Sánchez que el asunto condicionaría el llegar a entendimientos posteriores, esto es, la investidura.

Para Podemos, el escenario también es adverso. Las alianzas han insistido en las últimas horas en su presión para que se les consiga grupo y ya han empezado a plantear alternativas de disgusto para los de Iglesias: pasar a formar parte del grupo Mixto, o incluso formar alianza con IU. La formación de Alberto Garzón cuenta actualmente con dos diputados por lo que no dispone de grupo diferenciado. Las negociaciones para lograr grupo finalizarán el próximo martes.Irse al Mixto o formar grupo con IU

El diputado electo de Compromís-Podemos-És el Moment Joan Baldoví ha advertido este sábado que, en caso de que esta formación no pudiese acceder a un grupo propio en el Congreso, él "no iría" al grupo de Podemos. La coalición celebra este sábado una reunión para analizar a qué grupo debería ir cada uno de sus diputados si la coalición con Podemos no obtiene finalmente el grupo propio.

Baldoví ha explicado que el protocolo electoral acordado por Compromís y Podemos para esta coalición establecía que, en caso de no alcanzar un grupo propio de manera conjunta, los diputados correspondientes a la formación morada irían al grupo de Podemos, mientras que, según el mismo protocolo, para los diputados de Compromís no hay definido un grupo al que sumarse.

Por su parte, el secretario general de ICV, Josep Vendrell, se ha mostrado convencido de que En Comú Podem tendrá "voz propia en el Congreso", y ha criticado los pactos entre PSOE, DL y ERC para que los partidos soberanistas tengan sus grupos propios en el Congreso y el Senado.

"La representación de más de 927.000 personas que confiaron en nosotros el 20D tendrán una expresión en el Congreso propia, clara, libre y genuinamente catalana", ha aseverado Vendrell ante el Consejo Nacional de ICV, celebrado este sábado en Barcelona.

Mientras, el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, ha considerado que el rechazo del PSOE a la constitución de grupos propios puede ser un obstáculo para formar un gobierno alternativo al PP y se ha mostrado favorable a acudir al Constitucional para reclamar lo que, afirma, es derecho de las confluencias. El reglamento de la Cámara establece, no obstante, que únicamente podrán constituirse como grupos diferenciados aquellas candidaturas que hayan competido electoralmente en un territorio.

Con este escenario, la dirección de Podemos trabaja en varias alternativas: una solución "confederal" por la que los grupos se unirían a los diputados de Podemos, y, después, en el mismo grupo, se crearían varios subgrupos, formar dos grupos parlamentarios, uno con los diputados genuinamente de Podemos y el otro con los 27 escaños de las confuencias y una tercera, según la cual, las alianzas podrían pasar al grupo que considerasen oportuno.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, advirtió ayer de que su grupo, En Comú Podem tendría representación "propia". "Pueden dejarnos sin grupo propio jurídicamente, pero no podrán dejarnos sin la voz propia que miles de personas nos dieron el 20 de diciembre", aseveró. La situación es delicada para los de Iglesias, que tratan de mantener los equilibrios con la catalana.

En el 'frente' valenciano se declaran partidarios de acudir al grupo Mixto o formar alianza con los de Garzón. Mientras, En Marea no contemplan otra opción que no sea un grupo propio.