Los turistas franceses, seguros en España como en su casa

  • Sandra es de origen asturiano y los padres de Georges son andaluces. Ambos son agentes de la Policía Nacional francesa que estos días patrullan con sus colegas españoles las calles de Madrid para contribuir a que los turistas galos tengan una estancia más segura en la capital.

Sagrario Ortega

Madrid, 24 ago.- Sandra es de origen asturiano y los padres de Georges son andaluces. Ambos son agentes de la Policía Nacional francesa que estos días patrullan con sus colegas españoles las calles de Madrid para contribuir a que los turistas galos tengan una estancia más segura en la capital.

Han quedado por la mañana con sus parejas de patrulla -un agente del Cuerpo Nacional de Policía (CNP)- y comienzan a recorrer las zonas más turísticas de Madrid dispuestos a ayudar a sus paisanos en el caso de que sean víctimas de un delito, necesiten ayuda para denunciarlo o, simplemente, requieran información.

Una experiencia de quince días y la primera para ellos, que decidieron voluntariamente apuntarse este año al proyecto "Comisarías Europeas", amparado en el tratado de Prüm y en marcha desde 2008 en España en colaboración con las policías francesa y portuguesa.

A Sandra, según explica a Efe, le pareció una buena idea incorporarse a la iniciativa porque habla español y porque tenía interés en conocer el trabajo de sus colegas vecinos.

Le gusta Madrid y cree que es una ciudad segura, aunque observa algunas diferencias entre la legislación española y la francesa que le sorprenden, como por ejemplo que aquí el hurto sea considerado falta y se solvente con una multa, en tanto que en Francia está tipificado como delito.

En sus pocos días patrullando, Sandra ha tenido ocasión de participar en la detención de un hombre al que observó en actitud sospechosa en una zona comercial del exclusivo barrio de Salamanca.

Junto con su compañero policía español procedieron a identificarle y comprobaron que contaba con cuatro órdenes de detención en vigor de juzgados de Valencia, Alicante y Madrid, tres de ellas por hurto.

Georges, por su parte, confiesa que, dada su ascendencia española -sus padres son andaluces- trabajar en España era "un sueño" y por eso se ofreció para participar en este proyecto, que considera "muy interesante" y que le permite ayudar a sus paisanos.

Pocas diferencias ve también en el trabajo policial de los dos países vecinos y, al igual que Sandra, opina que Madrid es segura porque se puede pasear tranquilamente por el día y por la noche, siempre con las precauciones mínimas que debe adoptar un turista.

Reconoce que a los turistas de su país que se dirigen al museo del Prado, visitan la Cibeles o la Puerta de Alcalá les llama la atención ver a un policía con uniforme galo, pero en su relación con ellos ha comprobado que acogen y aplauden la iniciativa.

Aunque no pueden practicar detenciones por sí mismos, pero sí acompañados por los agentes españoles, estos policías colaboran en las misiones operativas que puedan tener lugar durante la patrulla.

Con este proyecto, tal y como explica el inspector jefe Alberto Márquez, de la División de Cooperación del CNP, se persigue reforzar la colaboración con Francia y Portugal, prestar una atención directa y personal a los turistas de esos dos países y desplazar a agentes españoles a los dos territorios en una labor recíproca.

De este modo, los agentes tienen como misión atender a los turistas si son víctimas de delito, ayudarles con el idioma para los trámites y hacer, en suma, que "se sientan como en casa".

No hace falta llevar a cabo una campaña de información especial porque los visitantes galos pueden ver a los agentes de su país con el uniforme francés y el arma reglamentaria, en las zonas más turísticas y centros neurálgicos. "Son perfectamente identificables", apostilla el inspector jefe.

Durante las dos últimas semanas de agosto Sandra y Georges patrullan Madrid, mientras que otros dos de sus compañeros lo hacen en Málaga, si bien a lo largo del año serán siete los agentes franceses los que participen en esta especie de intercambio.

Mientras, en 2013 el Cuerpo Nacional de Policía enviará a catorce agentes a Francia, en concreto a París, sobre todo a Eurodisney, Burdeos, Marsella, Nimes y Carcassone.

Precisamente uno de estos agentes, destinado a París, ha participado recientemente en la detención de un atracador en el distrito 18, uno de los barrios más conflictivos de la capital francesa.

Portugal es también un destino muy solicitado por los españoles para hacer turismo y, por ello, el CNP destina este año a seis agentes a Lisboa, Braga y Vila Real de Santo Antonio, en la frontera con Huelva.

Todo ello, en un marco de colaboración policial "excelente" entre países vecinos que, según el inspector, abarca todas las áreas, aunque hasta ahora haya sido el terrorismo la más conocida.

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