Los vecinos de Bengasi se organizan para proteger la ciudad

  • La llamada Brigada de la Seguridad Nacional, que de momento sólo está presente en Bengasi, acaba de empezar a funcionar con 75 voluntarios que todas las noches patrullan las calles de la ciudad para protegerla de maleantes.
Un ataque aéreo aliado mata a un grupo de rebeldes y algunos civiles en Libia
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Un violinista, un expolicía, un empresario y un profesor son, entre otros, los nuevos agentes que velan por la seguridad en Bengasi, capital de los rebeldes libios, después de que las fuerzas policiales desaparecieran de la ciudad.

La llamada Brigada de la Seguridad Nacional, que de momento sólo está presente en Bengasi, acaba de empezar a funcionar con 75 voluntarios que todas las noches patrullan las calles de la ciudad para protegerla de maleantes.

Durante el día, acuden presto a cualquier llamada de auxilio hecha desde cualquier punto de Bengasi.

Walid Busneina, Yamal Abdulgadi e Ibrahim Urbali, junto a seis compañeros más, esperan en el cuartel situado en un remozado garaje para vehículos diplomáticos a tener más datos sobre un aviso que han recibido por el robo de equipamiento médico para ponerse en marcha.

Entretanto beben café y fuman una "shisha" (pipa de agua) sin separarse de sus fusiles.

Urbali, de 40 años, soltero y originario de Bengasi, fue durante quince años policía de tráfico.

"Cuando las tropas de Gadafi entraron en Ajdabiya (el pasado 14 de marzo), regresé a Bengasi y me uní a las revolución del 17 de febrero", explica Urbali, vestido con chaqueta militar, pantalones vaqueros y pañuelo palestino en la cabeza.

Asegura que cuando era policía tenía un sueldo de unos 250 dinares (unos 120 dólares) y que por ese motivo había mucha corrupción en el cuerpo.

"Pero la gente no tenía problemas con los policías, el problema era con Gadafi", añade el voluntario.

A su lado se sienta Walid Busneina, empresario con un negocio cerrado de productos de uralita, que apunta a Efe que la brigada de voluntarios se ha formado "para proteger la ciudad, aunque ahora es más segura porque no hay fuerzas de Gadafi".

Busneina, también soltero, agrega que cuando acabe la revolución, "inshalá" (si Dios quiere), continuará su labor de voluntario en esta brigada y reanudará la actividad en su empresa.

"Hemos pillado a varios ladrones intentando robar en casas -dice Busneina-. Cuando cogemos a alguien los llevamos a un centro de detención e investigamos si realmente es culpable del delito, e incluso, tienen derecho a abogados. Lo hacemos todo legalmente".

Muchos saqueos en la ciudad

Su compañero Yamal Abdulgadi, exfuncionario de la compañía pública del agua, asiente mientras Busneina habla.

"Hay muchos problemas en las casas porque hay muchos 'Alí Baba' que intentan robar", subraya Busneina.

El periodista libio Naser Haddar, que ayuda a difundir las tareas de esta brigada, explica que los voluntarios emplean sus propios vehículos para patrullar las calles de Bengasi, mientras que los vecinos aportan comida y dinero.

"Yo les asesoro en el respeto a los derechos humanos", dice Haddar, que recuerda que hace un par de semanas capturaron a unos sesenta subsaharianos que pensaban que eran mercenarios.

"Tras las investigaciones averiguaron que no eran más que inmigrantes ilegales, así que los soltaron, siempre respetando los derechos humanos", agrega el periodista, haciendo hincapié en que esta fuerza es temporal hasta que se organicen unos servicios de seguridad cuando acabe el conflicto.

Aunque la brigada ha comenzado a funcionar esta semana, los voluntarios reciben entrenamiento todos los días en el manejo de armas.

"Pero el uso de las armas no es lo más difícil, lo complicado es echar a Gadafi", dicen a coro.

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