Moscú.- El reelegido presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, asumió hoy de forma oficial y por cuarta vez consecutiva la jefatura del Estado en medio de las amenazas de nuevas sanciones por parte de Occidente.
Al jurar el cargo en una ceremonia celebrada en el Palacio de la República de Minsk, Lukashenko prometió "solemnemente servir con lealtad" al pueblo bielorruso, "respetar y proteger los derechos y libertades" de los ciudadanos y "cumplir y defender la Constitución".
La investidura de Lukashenko se produce un día después de que el pleno del Parlamento Europeo exigiera la imposición, apoyada después por Estados Unidos, de nuevas sanciones al régimen bielorruso como respuesta a la represión política tras los disturbios que siguieron a las elecciones presidenciales del pasado 19 de diciembre.
El presidente bielorruso advirtió horas después de que el país responderá con contundencia a cualquier tipo de sanción, al tiempo que subrayó la necesidad de defender la soberanía y los intereses económicos y geopolíticos del país.
Lukashenko resultó reelegido por otros cinco años con el 79,65 por ciento de los votos en los comicios de diciembre, resultado criticado por la Organización de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y que no ha sido reconocido por EEUU.
En vísperas de las elecciones, la Unión Europea prolongó las sanciones impuestas contra Lukashenko y 35 de sus altos funcionarios tras el fraude en los comicios presidenciales de marzo de 2006.
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