Luto y expectación en el Congreso, que prepara la despedida a Adolfo Suárez

Madrid, 23 mar.- El Congreso de los Diputados se prepara ya para acoger la capilla ardiente de Adolfo Suárez, y ya son muchos los ciudadanos que se han acercado esta misma tarde con la esperanza de poder despedir al primer presidente de la democracia, aunque quedan algo decepcionados al conocer que no se abrirá hasta mañana.

El luto se nota ya en las calles de Madrid, con banderas a media asta en los principales edificios oficiales apenas unas horas después del fallecimiento de Suárez, entre ellas la enseña nacional que ondea en el frontispicio del Congreso o las que adornan la fuente de la Cibeles.

Frente a la Puerta de los Leones, se han congregado numerosos ciudadanos que observan el dispositivo de seguridad y los preparativos mientras los ujieres de la Cámara Baja, vestidos de gala, escoltan la entrada principal del palacio y por la que mañana accederán los restos mortales del expresidente.

Una puerta que sólo se abre en las ocasiones especiales, como la semana del día de la Constitución, por la que entran los miles de ciudadanos que visitan la Cámara cada año.

También se ha podido ver una furgoneta de los servicios funerarios que ha entrado en el patio de Floridablanca del Congreso para descargar material para instalar la capilla ardiente.

De los primeros en llegar al Congreso han sido su presidente, Jesús Posada, y la vicepresidenta, Celia Villalobos, ambos de riguroso luto, que han atendido a los medios de comunicación y a los ciudadanos que les preguntaban detalles sobre las exequias y la hora a la que estará abierta al público la capilla ardiente.

Será finalmente hacia las diez de la mañana cuando se abra el velatorio institucional, ya que esta noche la familia Suárez Illana acompañará sus restos mortales en privado.

La mayoría de los ciudadanos que se han acercado esta tarde al Congreso promete venir mañana, en cuanto se abra la capilla ardiente.

Entre ellos, varios abulenses como Suárez, uno de ellos compañero de clase durante años de su hermano Ricardo, y natural de El Tiemblo, a escasos kilómetros de Cebreros, el pueblo natal del expresidente.

"Vengo aquí por el cariño personal que tengo a su familia y como homenaje a su figura política", asegura a Efe.

En cuanto ha conocido la muerte de su paisano, se ha puesto el traje y la corbata negra y desde Leganés se ha plantado en poco más de una hora en el Congreso.

"Mañana vuelvo, es de Justicia después de lo mal que se portaron con él, unos y otros, a izquierda y derecha", dice solemne.

También de Ávila, de San Juan del Molinillo, es otra señora que proclama que ojalá Suárez hubiera estado más tiempo de presidente.

"Pero no le dejaron y dimitió", dice esta mujer, mientras una compañera le apostilla: "Dimitió con honradez, no como ahora que no dimite nadie".

"Y además se fue sin llevarse el dinero, no como otros", apunta la primera.

Todos sin excepción coinciden en la altura moral de Suárez y en su humanidad personal pese a la responsabilidad política que le tocó desempeñar: "Era muy bueno", aseguran.

Pese a que la capilla ardiente no se abrirá hasta mañana, conforme va a avanzando la tarde continúan llegando ciudadanos a la plaza de las Cortes, ocupada desde el viernes por varias unidades móviles de televisión y un dispositivo reforzado de la Policía Nacional.

Un vallado de seguridad protege ya el perímetro del Palacio de la Carrera de San Jerónimo y servirá para que los ciudadanos que vengan al Congreso puedan guardar cola de forma ordenada.