Madrid. Aguirre dice que su gobierno “sabe apretarse el cinturón” en tiempo de crisis


La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, dijo hoy en Tres Cantos que su modelo de gobierno es el que sabe “apretarse el cinturón” en tiempos de crisis y no el que persigue el “dirigismo ciudadano” y “sólo sabe aplicar políticas de gasto”.
Aguirre, dirigiéndose a los miembros del Comité Ejecutivo del PP de Madrid, explicó que en época de crisis, que “toca mirar cada euro como si fuera el último”, el buen gobernante debe “saber ayudar a los ciudadanos y nunca dirigirlos”.
Su modelo, señaló, se contrapone con el gobierno “que no tiene nada que ofrecer, salvo aplicar políticas de gasto”.
Afirmó que en sus 7 años como presidenta regional, “la primera norma ha sido la de crear el marco más adecuado para que los ciudadanos y los emprendedores puedan desarrollar sus iniciativas y sus proyectos”.
Aguirre, que habló en Tres Cantos, donde se reunieron los dirigentes regionales del PP, sobre "lo que debe y no debe hacer un gobierno”, se mostró muy crítica con quienes piensan que gobernar es “transformar la sociedad de acuerdo con sus ideas, sus dogmas o sus obsesiones”.
“Los socialistas de Zapatero, con sus leyes sobre el aborto, la eutanasia, la memoria histórica o sobre los juegos de los niños en los recreos, son un buen ejemplo de esto”, indicó.
También se refirió a quienes gobiernan con criterios “estrictamente electoralistas con las miras puestas sólo en la próxima cita electoral” y explicó que, “por eso, clasifican a los ciudadanos en buenos y malos, demócratas y antidemócratas para buscar la provocación y la ofensa del adversario político”.
“Otros piensan que gobernar es gastar. Por eso, cuando toca apretarse el cinturón, cuando toca mirar cada euro como si fuera el último, no saben gobernar, no tienen nada que ofrecer que no sea algo que habrán de pagar hasta nuestros nietos”, añadió.
Aguirre reprochó estos planteamientos y se mostró especialmente dura con el de “poner trabas al mercado y a los empresarios” y dijo que “cuando llega la crisis, se lamentan de que no haya más empresarios dispuestos a arriesgar su talento y sus recursos para crear empleo. O de que no haya pequeños ahorradores que quieran comprar su deuda, como está pasando ahora con España”.

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