Madrid. Botella, “legítimamente orgullosa” de dejar “un ayuntamiento mejor que el que nos encontramos”


La alcaldesa de Madrid, se declaró hoy “legítimamente orgullosa” de dejar “un ayuntamiento mejor que el que nos encontramos” tras haber amortizado casi la mitad de los 9.000 millones de deuda que heredó de su predecesor, Alberto Ruiz-Gallardón, y que anunció que quedará en 4.800 millones al final de 2015.
Así lo dijo en la que podría ser su última rueda de prensa posterior a Junta de Gobierno antes de que se conozca cuál será el candidato del PP a la Alcaldía madrileña en las elecciones municipales de mayo, un nombramiento sobre el que su predecesora no quiso hacer quinielas.
Sí quiso reivindicar, en cambio, que la “gestión eficaz” y “racional” de su equipo de gobierno ha permitido reducir a la mitad la deuda del Consistorio, volver a hacer inversiones (unos 700 millones entre 2014 y 2015), rebajar los impuestos este año y, según subrayó, dejarlo todo “preparado para que en 2016 se puedan volver a bajar”. “Las rebajas fiscales no serían posibles sin las medidas que hemos adoptado”, observó en otro momento. “No ha sido fácil pero queríamos bajar los impuestos volviendo otra vez a la inversión. Esto redunda en calidad de vida”.
Una vez cerradas las cuentas municipales de 2014, ha quedado un superávit de 1.389 millones frente a los 960 de 2013, y un remanente de tesorería de 388 millones. El plazo medio de pago a proveedores queda en 26 días, cuando hace tres años estaba en 180, y la deuda por debajo de los 6.000 millones, después de amortizar más de mil en un año, de forma que se espera que llegue a los 4.800 al final del presente ejercicio.
Botella resaltó que su gestión ha permitido garantizar la “sostenibilidad” de las cuentas municipales y abandonar las condiciones del Plan de Ajuste del Gobierno central con ocho años de antelación, y apuntó que, con el remanente de tesorería, a partir de mayo el Ayuntamiento podrá invertir 50 millones en proyectos sostenibles que se enumerarán a finales de este mes.
En el balance que se le instó a hacer de su gestión, Botella se declaró “legítimamente satisfecha” y “orgullosa” de haber dejado “un ayuntamiento mejor que el que nos encontramos”, si bien no quiso culpar a Gallardón del estado en que heredó las cuentas, sino que dijo sentirse también orgullosa de haber colaborado, como delegada de Área, a la “gran transformación” que experimentó la capital bajo su predecesor.

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