Maeztu lamenta que "se haya olvidado la historia del asilo" y aboga por "una terapia integral" al acoger a refugiados

El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, ha lamentado que "se haya olvidado la historia del asilo", toda vez que apuesta por llevar a cabo "una terapia integral" en el proceso de acogida de refugiados porque "hay que sanar a los que vienen".

El Defensor ha hecho estas declaraciones durante la presentación del 'Informe 2016: Las personas refugiadas en España y Europa', elaborado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y presentado de forma simultánea en varias provincias españolas, un informe que alerta de que a pesar del fuerte incremento del número de personas que buscaron el año pasado refugio en Europa, tanto la Unión Europea como España adoptaron medidas que han puesto en grave peligro un derecho humano como el asilo.

En este sentido, Maeztu ha señalado que "en entre las grietas que se han abierto como consecuencia de la crisis económica, parece que ésta se ha llevado la política de asilo", al tiempo que ha lamentado que "haya que recordar que hay derechos cuando la gente huye de la guerra y del horror". En este sentido, se ha referido a una frase pronunciada por una chavales en una reciente visita a Tarifa (Cádiz) que "decían que si Europa pidiera ahora entrar en la UE no entraría porque no tiene condiciones democráticas para entrar", ya que "el derecho de asilo no lo tiene".

"Hay un espectáculo de horror" y lo que está ocurriendo "es una catástrofe", afirma, toda vez que reitera que Andalucía "está preparada para acoger refugiados". Maeztu ha señalado que "además hay un tarea muy gorda que es sanar a los que vienen", porque "han perdido la identidad y la raíz", y sobre todo en relación a los menores, que "han perdido todo". "Hay que llevar a cabo una terapia integral del proceso de acogida con el proceso educativo, de sanidad, de cultura para que puedan volver a reír", afirma.

"LO MEJOR DE LA SOCIEDAD ES LA SOLIDARIDAD DE LA GENTE"

"No se trata solo de acoger sino de integrar para que tengan la vida que han perdido", incide Maeztu, que asegura que "hay una abismo entre la realidad y lo que se aborda" y destaca que lo "mejor de la sociedad es la solidaridad de la gente".

Por su parte, en este acto también ha participado el director general de Coordinación de Políticas Migratorias de la Junta, Luis Vargas, ha explicado que "desde el mes de enero, periódicamente, viene remitiendo la Secretaría General de Emigración e Inmigración unos estadillos donde comunican a la Junta cuántas personas vienen, qué entidades de las que están en el dispositivo de asistencia se hacen cargo de ellas y en qué provincias se va a producir la acogida de las personas solicitantes de asilo".

Pero, añade, "se hace con dos premisas. La primera, que de los reubicados de Grecia y Italia solo ha venido una a Andalucía; los demás son todos procedentes de los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta y Melilla. En total a día de ayer, son unos 580 los que han pasado desde enero de este año a junio".

Además, añade que "habitualmente siempre cruza esa información con las ONG que están en el dispositivo de atención y nunca se corresponde la realidad de lo que me dice el Ministerio con la realidad de lo que reciben entidades que trabajan en este tema, más allá de que mucha veces estas personas llegan a los centros de acogida o de alojamiento que tienen previsto las entidades y a lo mejor a la semana se van".

Igualmente, Vargas asegura que resulta "preocupante y grave" en este periodo de la historia "el alejamiento de los responsables institucionales y cómo los procesos se dilatan en el tiempo, mientras los problemas fermentan a una velocidad extrema sin darles respuesta", y le llama la atención cómo la UE "se dedica a multiplicar las normativas liberalizadoras para el movimiento de las mercancías mientras las personas tienen cada vez más trabas para moverse en la búsqueda de mejores condiciones de vida".

"Casi 60 millones de personas en el mundo están desplazadas de una manera obligatoria, sin contar con los desplazados económicos, por lo que en algún momento nuestra sociedad y Europa particularmente tendrán que replantearse muchas cosas y qué hacer no solo para atender este reto que tenemos planteado sino para prevenir la existencia de conflictos que a lo mejor indirectamente este mundo Occidental ha propiciado en otros países", concluye.

Por su parte, la concejal de Igualdad, Juventud y Relaciones con la Comunidad Universitaria del Ayuntamiento de Sevilla, Myriam Díaz, asegura que lo que está ocurriendo en Europa con los refugiados "le avergüenza" y lamenta que el Mediterráneo haya pasado de ser "un lugar de encuentro al mayor cementerio del mundo". Además, ha tachado de "escalofriantes" los datos ofrecidos por Save the Children "sobre niños solos no acompañados" y ha afirmado que "romper vidas a edades tan tempranas debería hacer plantearnos qué Europa queremos".

"EL INSTINTO DE SUPERVIVENCIA NO SE PUEDE LIMITAR CON VALLAS"

Del mismo modo, asegura que "cuando se cierra una ruta se va a abrir otra", porque "el instinto de supervivencia no se puede limitar ni con concertinas, ni con vallas, ni con fronteras" y aboga por una "coordinación" entre administraciones para afrontar los problemas y que España "acoja a todas las personas que tenga que acoger porque tenemos capacidad". En este sentido, recuerda que en Andalucía "ya existe una experiencia de acogimiento".

Por último, en el acto ha participado el representante de Proem-Aid Manuel Blanco, quien además fue un de los bomberos detenidos es Lesbos acusados de un presunto delito de tráfico de personas, que ha afirmado que tras la imagen del niño muerto en una playa de Turquía "decidieron tomar un papel activo en el rescate de estas personas", a las que, añade, "no les podemos llamar refugiados porque no les estamos dando refugio".

Blanco ha indicado que aunque "hay que dar cifras, cuando hablas con esas personas ya no puedes ver números sino caras e historias", y ha manifestado que "la sensación de alegría al rescatarlos se ensombrece y aparece una sensación agridulce cuando piensas que le quedan cientos de kilómetros, fronteras cerradas, concertinas, alambradas y la indiferencia de Europa".

"Aquí cabemos todos", afirma Blanco, que destaca que "Andalucía en particular y España en general es un pueblo solidario", como lo "demuestra la solidaridad en la Isla de Lesbos, donde muchos cooperantes españoles están haciendo un trabajo magnífico", concluye.