Manning, seguro y tranquilo en primeras comparecencias por el caso WikiLeaks

  • El soldado Bradley Manning, que testificó por primera vez esta semana en el caso WikiLeaks, se mostró tranquilo y seguro durante los dos días en los que dio detalles sobre su detención en Irak en 2010 y su reclusión bajo medidas de máxima seguridad en la base militar de Quantico (EEUU).

Elvira Palomo

Fort Meade (EEUU), 1 dic.- El soldado Bradley Manning, que testificó por primera vez esta semana en el caso WikiLeaks, se mostró tranquilo y seguro durante los dos días en los que dio detalles sobre su detención en Irak en 2010 y su reclusión bajo medidas de máxima seguridad en la base militar de Quantico (EEUU).

Con aspecto aniñado incluso con su uniforme azul del Ejército estadounidense, el soldado respondió de manera elocuente y serena tanto a las preguntas de su abogado como a las de la fiscalía, e incluso consiguió arrancarle una sonrisa al coronel Ashden Fein, fiscal principal, con algunas de sus respuestas.

Manning llegó a escenificar cómo eran las condiciones en las que vivió en una celda de poco más de un metro por 2,5 en Quantico, vigilado bajo la condición de riesgo de suicidio, en la que se le obligaba a estar 23 horas al día y a dormir desnudo por la noche.

Era la primera vez que el público en la corte y los periodistas que siguen el caso le veían desenvolverse y no dudó en bajarse del estrado y quitarse la guerrera cuando su abogado le pidió que se pusiera la bata de seguridad con la que dormía, que le impedía moverse cómodamente.

Manning fue detenido en mayo de 2010 en Irak cuando trabajaba como analista de inteligencia bajo la sospecha de que había entregado miles de documentos a WikiLeaks, por lo que ahora se enfrenta a 22 acusaciones, la más grave la de ayuda al enemigo, que le podría costar la cadena perpetua.

Durante estas audiencias se ha podido conocer algo más de él: asegura que le gusta leer, pero no tanto los libros de ficción como los libros de filosofía o autores como el científico Richard Dawkins o el físico Brian Greene. También dijo que le gusta estar informado.

Además, cuando estaba en Quantico, entre la lista de libros que pidió estaban "A People's History of the United States", de Howard Zinn; "Good Soldier", de Daniel Finkel, y ejemplares de la revista científica Scientific American Journal.

Pese a haber sido definido como introvertido y con problemas para relacionarse durante las audiencias, aseguró: "Me gusta hablar con la gente, consigo energía hablando con otras personas", mientras contaba su desesperación por el aislamiento en la celda.

También se mostró protector con su familia, con la que tuvo problemas en su adolescencia, pero aseguró que "no quería preocuparles" y les pidió que no hicieran declaraciones a los medios de comunicación porque no quería que estuvieran expuestos.

De hecho, aunque las audiencias son abiertas al público no ha aparecido ningún familiar, pese a lo que ha contado con el apoyo de miembros de la red de apoyo a Bradley Manning, que vestían camisetas con la palabra "Truth" (Verdad).

En otro de los testimonios contó que después de estar 9 días incomunicado tras su detención, se sintió reconfortado al poder hablar con su tía. "Me sentí bien, era bueno estar en contacto con la familia".

Manning nació en Crescent (Oklahoma) el diciembre de 1987. Es hijo de madre galesa y de un militar estadounidense, que se conocieron cuando el segundo prestó servicio en una base militar en el Reino Unido. Tras el divorcio de sus padres en 2001, pasó parte de su juventud con su madre en Haverfordwest (Gales).

Ha sido retratado como un adolescente introvertido que se enfadaba si sus compañeros no le escuchaban o no lograba hacer entender su punto de vista.

Además, era objeto de burlas por ser aficionado a los ordenadores y sufrió acoso escolar por su homosexualidad -que tampoco fue aceptada por su padre- y al terminar la escuela regresó a Estados Unidos. Tras algunos trabajos esporádicos entró en el Ejército en 2007, donde se formó como analista de inteligencia.

Fue destinado a una brigada de combate en la Base Operativa Avanzada Hammer, a unos 60 kilómetros al este de Bagdad (Irak), donde, por su posición, tuvo acceso a las redes SIPRNet y JWCIS, utilizadas para transmitir la información clasificada de los Departamentos de Defensa y de Estado.

Durante su tiempo allí se sintió frustrado y, según denunció el pirata informático Adrian Lamo a quien se había confiado, afectado por las "cosas horrorosas" que veía durante las horas que pasaba trabajando. Por eso decidió hacer algo por lo que se le recordara, algo por lo que podría pasar el resto de su vida en prisión.

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